Cómo la popularidad del Monte Everest se volvió fatal

Los escaladores se dirigen a la cima del Monte Everest el 22 de mayo. | Foto: Phurba Tenjing Sherpa / Reuters

 

Chatur Tamang ascendía a la cima del mundo cuando se topó con un atasco. Delante de él, en el ascenso final del Monte Everest, vio a más de 100 personas agrupadas en la estrecha cresta que conduce a la cima – un lugar tan alto que se conoce como “la zona de la muerte”, donde el cuerpo humano pierde capacidad para funcionar.

Por Ankit Adhikari y Joanna Slater / The Washington Post | Traducción libre del inglés por lapatilla.com





Algunos de los que descendían de la cima rogaban desesperadamente a los que ascendían que despejaran el camino para que ellos pudieran pasar, ya que se habían quedado sin oxígeno. “Eso me provocó escalofríos”, contó Tamang, un guía que vive en Rusia. Teme que si no se toman medidas, las multitudes podrían ser peores el próximo año, con consecuencias fatales.

Por lo menos 10 personas murieron intentando alcanzar la cima de la montaña más alta del mundo este año, la temporada de escalada más mortal para el pico de los últimos cuatro años. Un factor que contribuyó al número de víctimas parece haber sido el hacinamiento, ya que un elevado número de personas trataron de ascender en el mismo período por el buen clima, produciendo demoras que extendieron los tiempos de escalada a altitudes mortales.

Ahora, agentes en Nepal están meditando cambiar la forma en que se accede al Everest. Algunos expertos dicen que el gobierno debería extender la temporada de escalada en mayo o exigir ciertos requisitos a los escaladores, algunos de los cuales carecen de experiencia, o firman con compañías que ofrecen expediciones a precios de ganga.

Vista aérea del Monte Everest, entre el Nepal y el Tibet. | Foto: Bloomberg/Adeel Halim

 

Nirmal Purja, un escalador exitoso que intenta subir 14 picos de todo el mundo en menos de siete meses, descendía de la cima del Everest cuando decidió parar y fotografiar la escena detrás de él. Hacía un frío inusual, dijo, y estaba abarrotado.

“He visto tráfico, pero no esta locura”, dijo Purja, que ha subido el Everest cuatro veces. Purja se encuentra entre los que piensan que la solución es alargar la temporada de escalada tradicional de la montaña para evitar que los escaladores suban en el mismo momento.

El gobierno Nepalí otorgó 381 permisos para escalar el Everest este año, un récord. Al menos el doble de personas estaban en la montaña, ya que la cifra no incluye a los guías. Por la multitud, algunos escaladores tardaron más de lo normal en subirla. Uno de ellos fue Nihal Bhagwan, un indio de 27 años que murió de deshidratación, cansancio y mal de altura, dijo Keshav Paudel de Peak Promotions, la compañía que guió a Bhagwan en su viaje.

Bhagwan pasó dos días en dos puntos intermedios de la escalada, explicó Paudel, a pesar de que debía pasar sólo un día en cada uno de estos lugares. Ya débil cuando escaló a la cima, Bhagwan se agotó completamente en el descenso, dijo Paudel, quien atribuyó su muerte al tráfico y al cansancio extremo. Otros murieron este 2019, incluyendo a dos indios, dos bretones, dos ciudadanos irlandeses y uno americano.

Algunas personas involucradas en negocios de trekking dijeron que lo que ocurrió la semana pasada en el Everest no era poco habitual, y que constituía un recordatorio de los riesgos mortales de estas expediciones.

Los escaladores se dirigen a la cima del Monte Everest el 22 de mayo. | Foto: Phurba Tenjing Sherpa / Reuters

“Si te estás embarcando en una expedición al Everest, no es menos que ir a la guerra”, dijo Mingma Sherpa de Seven Summit Treks. Escalar el Everest es como lograr “la peregrinación más alta” y en ocasiones los retrasos son inevitables: “Es como esperar tu turno por fuera de un templo”.

Otros vieron el tráfico como prueba de que escalar el Everest se ha convertido casi en un producto mercantil, que atrae a inexpertos buscadores de emociones y que llena la montaña de basura. “Ver la línea de personas en la zona de la muerte produce ansiedad”, “no es solo el miedo que sientes, sino también el orgullo”, escribió Peter Beaumont en The Guardian. Escalar el pico más alto “se ha convertido en un trofeo”.

Pero las autoridades en Nepal son reacios a reducir el número de escaladores, al ser una importante fuente de ingresos para el país.

“El gobierno no puede simplemente decir no a los turistas que piden permisos”, dijo Meera Acharya, el director del Departamento de Turismo responsable de montañismo. “Personalmente siento que no se trata tanto de la cantidad de permisos como del tipo de escaladores a los que estamos otorgando los permisos”. Después de que concluyan las expediciones de este año, Acharya dijo que los agentes analizarán los datos y determinarán cómo proceder.

“La montaña es para cada ser humano”, dijo Purja, el escalador que intenta subir los 14 picos más altos del mundo. Pero tiene “que hacerse correctamente”.