Para nosotros los liberales, oponerse a dialogar con el gobierno, como sin ofrecer razones válidas lo hacen los autodenominados “radicales”, que los hay en ambos bandos de la histeria polarizada, es perder la oportunidad de exponer ante un público masivo nuestro punto de vista que es distinto y mucho más eficiente que el del estatismo que nos rige y nos gobierna. Por esa y otras razones la derecha liberal debe estar presente en Oslo.
Si los jefes de la oposición socialista y estatista que encabezan Leopoldo López, Ramos Allup y el diputado Guaidò, un día afirman que viajan al diálogo y al otro dicen lo contrario… ese es asunto de ellos porque tampoco es la primera vez que se desdicen sin rectificar… y como muestra basta recordar que la madrugada del 30 de abril pasado amanecieron estos dirigentes llamando a que se les apoyara un golpe de estado bufo… y a poco de fracasar se escondieron en embajadas desde las cuales afirman que solo “estaban protestando”.
En Oslo como vengo insistiendo debemos estar presentes pero nunca para defender los espacios de la politiquería… sino para con nuestra visión ofrecer soluciones a los grandes problemas acumulados tras 2 décadas sin diálogo, debido al chantaje de una o minoría que sabiéndose carente de soluciones amenaza a quien ose oponerse a sus boberías de niños malcriados.
Pero… ¿Cuáles serían esos espacios de la politiquería?
El primero se ha evidenciado cuando se filtró la posibilidad de que la oposición estatista y socialista aceptara la oferta del gobierno sobre ir a elecciones pero modificando la propuesta inicial del presidente Maduro sobre llevar a cabo solo los comicios de diputados a la A. N.
La contra propuesta de esa oposición socialista es de hacer elecciones universales de alcaldías y gobernaciones en conjunto con diputados y Presidente de la República… pero no como una competencia genuina sino repartiéndose de antemano 12 gobernaciones para el gobierno y 12 para la oposición. Se supone que en ese caso la oposición no presentaría candidatos en las 12 gobernaciones reservadas al gobierno y viceversa.
Quien gane la presidencia estaría obligado en virtud a los acuerdos a nombrar el vicepresidente de la oposición.
Por fortuna el gobierno fortalecido a raíz de los sucesos del golpe bufo del 30 de abril pasado donde Guaidò y asociados mintieron y payasearon… no aceptará esta contra propuesta que para nosotros aparte de inicua es irrelevante a los fines de resolver los problemas que hoy día atormentan a quien vive en nuestra Venezuela.
Hay sin embargo propuestas que pensamos llevar a Oslo: Una de ellas ir desmantelando en un plazo de 10 meses las más de 1000 alcabalas donde policías y militares sangran los productores del campo que llevan hortalizas y lácteos a las ciudades.
Esta medida abarataría la oferta hasta en un 50 por ciento. Otra es que el gobierno acepte desmontar la permiseria para importar y exportar productos por nuestras aduanas.
Si esto se logra se fomentaría a la par el aumento del PTB y de la oferta en el país… permitiendo por parte de nuevos empresarios la exportación de productos nuevos que poco o nada tienen que ver con el petróleo.
Por supuesto que el gobierno pedirá algo a cambio y es sano ofrecer: Por ejemplo apoyar al Presidente en su reclamo sobre las medidas que ilegalmente nos ha impuesto la administración Trump.
Una de esas situaciones aflora con los anuncios de Vecchio sobre “la recuperación de la soberanía de Venezuela” al haber propiciado el asalto a la embajada de Venezuela y sacado de nuestra propiedad comprada por el general Medina Angarita… a otros asaltantes… todo con el apoyo del Gobierno de USA que haciéndose de la vista gorda tiró a una cloaca la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
¡Convención que era tan sagrada que ni los iraníes que secuestraron en su embajada a los gringos durante casi un año (en el Gob. de Carter) se atrevieron a ingresar a la sede diplomática en Teherán!
Lo más increíble del caso actual es que, salvo que usen la embajada nuestra y las sedes de las Agregadurías militares que también fueron expropiadas por el grupillo de Guaidò en Washington, para hacer fiestas e instalarse allí los más vivos, nada tienen que hacer los asaltantes que garantice el ejercicio legítimo de sus funciones porque tanto la embajada ante la Casa Blanca, la en ante la OEA, el Consulado- que también queda en el mismo edificio- como las Agregadurías militares, dependen de las directrices y apoyo del gobierno central y de sus organizaciones, como la Cancillería, el Ministerio de la Defensa, el SAIME, etc. , todos estos en manos de Maduro.
Sin embargo y aún cuando pienso que antes de que nos devuelvan a CITGO –donde el grupillo de Vecchio puso 2 gringos con expedientes de estafa a mandar, a botar empleados venezolanos que estaban allí antes de la llegada de los chavistas y a sustituir empleados venezolanos por gringos que ganan más del 40 por ciento que los sustituidos- volverán a Egipto los obeliscos que engalanan las ciudades europeas… igual creo que es deber patriótico y de decencia reclamar los abusos.
¡Un gobierno liberal jamás haría lo que Donald Trump nos hace… entre otras cosas porque medidas como esa fortalecen a los gobiernos de corte autoritario!