Jorge Francisco Sambrano: Venezuela, un cigarrillo que se consume

Jorge Francisco Sambrano: Venezuela, un cigarrillo que se consume

 

Las páginas de la historia se siguen escribiendo sin su ritmo detener. Estar a la altura es un requisito. El desaliento no es una opción. El collar de la desmotivación debe colgarse. El tedioso frenesí melancólico de lo que pudo o no pudo haber sucedido ha de ser suprimido. La decepción debe desaparecer del ambiente. Destruir no es un objetivo, pues construir, es el fin. Satanizar no debería ser un norte. El poder está en nuestras manos y debemos entenderlo definitivamente ya que el gran reto de nuestras vidas se aproxima: armar el rompecabezas de una nación.





Existe algo que hay que erradicar y es el brote de los ‘eruditos de las redes’, ‘sabios del teclado’ ya que es tan extenso y peligroso como el del paludismo en las selvas del sur guayanés. La cura pareciera extinta. Alarmante no es criticar al adversario, lo realmente alarmante es ver como a un acérrimo enemigo a quién contradice nuestro criterio.

Por momentos, bajo esa premisa, pareciera que la dictadura hizo muy bien su tarea. La democracia no es simple teoría, es constante y diaria práctica. Más que despotricar, hay que construir. Más que desprestigiar debemos de activar. Cada quien debe asumir y cumplir a cabalidad el rol que le corresponde ante esta traumática situación sin olvidar que el cambio anhelado empieza por nuestro ser, desde nuestro espíritu; si no cambiamos nosotros, nada cambiará por nosotros.

La mejor Venezuela no solo hay que verla y visualizarla, hay que sentirla fervientemente porque se aproxima velozmente. Un señor bajito de estatura pero grande en ideales, de Guatire, con una pipa, dijo, hace ya algunas lunas atrás que ‘Busquemos lo que nos une y eludamos lo que nos divide’ y eso NO podemos olvidarlo bajo ninguna circunstancia. No hagas lo que todos hacen, sé tú la diferencia, porque quien con monstruos lucha tiene que cuidarse de no convertirse en uno.

@JorgeFSambrano
#RendirseNoEsUnaOpcion