Las condiciones del Hospital Central de Valencia son diferentes a lo que afirma Maduro (Fotos)

Foto: Captura de video.

 

La tarde de este jueves Nicolás Maduro apareció en cadena nacional para, entre otras cosas, inaugurar un centro de imagenología en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (Chet), también conocida como Hospital Central de Valencia, y aunque todo estaba bastante “arregladito” la realidad del centro de salud es mucho más deprimente de lo que el régimen se pueda imaginar.

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Maduro dio un pase desde el Palacio de Miraflores al hospital valenciano junto al gobernador chavista, Rafael Lacava, quien aseguró que se harán “cien trasplantes de médula osea al año”. Vale recalcar que el pasado miércoles falleció un bebé en delicado estado de salud que era paciente en ese recito. Según información de la periodista Heberlizeth González en Twitter, el neonato nacido de 35 semanas adquirió “la famosa bacteria hospitalaria de la que pocos, lamentablemente, se salvan”.

Por otra parte, los familiares de los pacientes denunciaron que nunca hay agua en ese hospital, por lo que constantemente deben cargar botellones de agua para las salas de hospitalización. Da la extraña “casualidad”, que este jueves llegaron tres cisternas de la gobernación para surtir de agua las instalaciones y se entregaron medicamentos el día anterior.

 

Además, durante la mañana de este 6 de junio trabajadores de la gobernación realizaron “retoques técnicos” en las abyacencias del lugar. Tras las anteriores situaciones, se rumoró posible visita de Maduro al hospital pero al final se evidenció que el centro de salud fue utilizado para propaganda política sin resolver los principales problemas de la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera.

Durante la cadena nacional para radio y televisión el líder del régimen ordenó que se realizara una “sala de operaciones” en el centro de salud para reparar y hacerle mantenimiento a los equipos del inaugurado centro de imagenología.

Por último, la comida que reciben los pacientes está muy lejos de llenarles el estómago pues el miércoles recibieron como desayuno una arepa sin relleno y como almuerzo “agua de caraotas” con un bolita de masa de harina de maíz.