Luis Barragán: Arribismo y transición

Luis Barragán @LuisBarraganJ

Respecto a la literatura de las transiciones políticas, suele dar por sentado algunas características de la oposición que la hacen confiable. La autenticidad, unidad, compactación, coraje, desprendimiento, absoluta honradez, son las notas que sobresalen en la radiografía.

Por supuesto, aunque muy pocas se han planteado en el marco de una catástrofe humanitaria, con la muy tenaz, desvergüenza y reimpulso criminal de sus autores, es notable en Venezuela el rápido reacomodo de individualidades y sectores sociales que propiciaron o abonaron al desastre. Entusiastas o no, de un modo u otro, se colaron o beneficiaron del régimen y, ahora, con sendos referentes políticos, desean contrabandearse en la oposición para reeditar o intentar reeditar la hazaña de un ascenso social.

Esto va más allá de los simples o vulgares enchufados, según el término electoral. O de la mera y también natural necesidad de sobrevivir.





Al arribismo social de quienes siguen agradecidos íntimamente con Chávez y Maduro, se ha de sumar el político a propósito de la transición que no es otra cosa que colarse o tratar de colarse en medianas no altas posiciones de influencia y condicionar cualesquiera procesos en marcha. Por ello, la negociación, el diálogo o el bachaqueo político les aviene tan fácilmente.

En lugar del planteamiento, el debate, los argumentos, bien vale una burda aglomeración de bytes si se les pide respuestas, siendo una importante tarea del momento la de colocarse cerca del espacio de poder que sospechan, completando el trabajo sucio que también los especializa y colmando de niples digitales las redes que jamás pisan el dramático terreno social de las realidades.