Opositores perseguidos desafían al régimen de Maduro

Opositores perseguidos desafían al régimen de Maduro

En esta foto del 30 de abril de 2019 el legislador opositor Simón Calzadilla, a la izquierda, habla con el líder de la oposición venezolana Leopoldo López cerca de la base militar La Carlota, en Caracas, Venezuela. (AP Foto / Boris Vergara)

 

Hace más de un mes, la vida de un pequeño grupo de ocho opositores cambió y ahora se mantienen ocultos desafiando al gobierno. De cuatro de ellos se sabe poco y el resto ha guardado completo hermetismo para burlar la persecución de las autoridades de Venezuela.

Todos son diputados y desde hace más de un mes hacen malabares para evitar ser capturados por las fuerzas de seguridad y continuar presionando en busca de lograr la salida del régimen de Nicolás Maduro.

La noche del 8 de mayo comenzó todo. Aquel día fue detenido el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano, luego de que el Tribunal Supremo de Justicia y la Asamblea Nacional Constituyente -ambos controlados por el gobierno- acordaran su enjuiciamiento y el de otros diputados por acompañar al líder opositor Juan Guaidó en un fallido alzamiento militar a finales de abril.

Todos fueron señalados por siete delitos entre los que se incluyen traición a la patria, conspiración y rebelión civil. Por ellos, podrían recibir condenas de más de quince años de cárcel.

La detención de Zambrano representó para muchos de sus colegas una clara señal de que el régimen de Maduro había decidido endurecer las acciones contra sus adversarios políticos, por lo que la mayoría optó por escapar a pesar de que el cuerpo legislativo -único órgano de poder en manos de la oposición- perdería algunas de sus figuras clave.

“Los vamos a buscar señores. No es persecución contra nadie, es justicia”, dijo a mediados de mayo el jefe de la Constituyente, Diosdado Cabello, al defender las acciones contra los congresistas, a quienes acusó de aupar un golpe de Estado contra Maduro.

De los 15 diputados opositores a los que les abrieron procesos recientemente se sabe lo siguiente: Zambrano está detenido en una sede capitalina de la policía militar, tres han confirmado que están fuera del país, tres están refugiados en las residencias de las embajadas de Italia y México en Caracas y ocho se mantienen ocultos sin informar su paradero.

Uno de los congresistas que permanecía oculto, Carlos Paparoni, sorprendió la víspera al país al aparecer en un foro en el este de la capital donde se encontraba Guaidó, su excompañero del movimiento estudiantil de 2007.

En un discurso, Paparoni llamó a los venezolanos a mantener la lucha. “A pesar que estemos en el momento más duro de nuestra historia lo que hoy Venezuela necesita… es que más duro nos levantemos y sigamos caminando”, dijo el opositor de 30 años.

El primer sorprendido al verlo fue su padre, el diputado opositor Alexis Paparoni, quien afirmó emocionado que tenía “27 días sin verlo”. El legislador dijo a The Associated Press que su hijo le ratificó, en una breve conversación, que no se asilará en ninguna embajada y que permanecerá escondido en el país.

“Cambiamos los hábitos que teníamos de transporte, sectores o lugares donde vivimos, y nos trasladamos de un lugar a otro”, relató a la AP el diputado opositor Freddy Superlano, integrante del partido Voluntad Popular, escondido en un lugar que no reveló.

Superlano, quien desde el Congreso asumió la investigación y denuncia de varios casos de corrupción, afirmó que decidió quedarse en Venezuela como forma de lucha para enviar un mensaje de “irreverencia”. Entre los casos que indagó fue el caso de presuntos actos de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht, que ha sacudido a varios países latinoamericanos, y que involucraría a miembros del gobierno venezolano.

“Pretendemos seguir apoyando desde donde estamos en la clandestinidad la lucha del pueblo venezolano”, dijo.

Igual situación enfrenta el congresista Juan Andrés Mejía, quien admitió que aún le cuesta adaptarse a su nueva vida. “Es difícil no estar en contacto con la gente, caminar por las calles, escuchar y poder viajar por el país”, dijo el opositor de 33 años, en declaraciones que ofreció a AP a través de Signal, la aplicación de mensajería encriptada.

A pesar de las limitaciones de movilidad y comunicación, el dirigente y cercano colaborador de Guaidó asegura que aún se mantiene vinculado a las actividades opositoras como coordinador político de Voluntad Popular y en la dirección de la comisión del “Plan País”, que es el proyecto de gobierno de la oposición.

Los procesos emprendidos contra los 15 opositores representaron para Guaidó, quien ha sido reconocido como presidente interino de Venezuela por más de medio centenar de países, un duro golpe en su plan para derrocar a Maduro, quien pese a presiones internas y externas ha logrado permanecer en el poder. En medio de la escalada de la pugna entre las partes, han surgidos algunas iniciativas internacionales para promover un diálogo que no ha avanzado hasta el momento.

Otro de los congresistas que tomó la opción de mantenerse oculto fue Simón Calzadilla, quien también habló con AP desde un lugar que no reveló.

Según explicó, las autoridades han allanado varias viviendas del municipio donde vivía. La que era su residencia, dijo, está bajo vigilancia permanente y sus colaboradores han recibido amenazas.

Al preguntarle por qué prefirió la clandestinidad en lugar de refugiarse en una embajada o huir del país, Calzadilla respondió que porque a pesar de las limitaciones que enfrenta, sigue “dirigiendo, alzando mi voz, articulando con el resto de las organizaciones y colegas diputados”. Y en cuando a los costos de mantenerse oculto, el exvicepresidente de la Asamblea Nacional admitió tajante que el “mayor sacrificio es personal… Tengo dos hijas adolescentes, el tener que alejarme y no poder verlas es muy duro”.

Otros congresistas, que no viven ocultos, están fuera del país.

A diferencia del resto de sus colegas, al diputado Winston Flores el anuncio de su enjuiciamiento lo sorprendió durante una visita política a Chile. Cuando Flores, de 49 años, salió a inicios de mayo de Venezuela, sólo llevaba una pequeña maleta con dos trajes que se han convertido en su único equipaje.

Desde Ecuador, el diputado indicó a la AP en conversación telefónica que por el momento no tiene contemplado retornar a Venezuela porque en el “país no hay estado derecho”, y planteó que está considerando asumir la trinchera internacional para enfrentar a Maduro. También admitió que no dispone de suficientes recursos y que ha logrado mantenerse en el exterior gracias a la ayuda de otros venezolanos que le permiten quedarse en sus casas y al apoyo de los países del Grupo de Lima, que le han ayudado a movilizarse en la región.

La posibilidad de que la suerte de los diputados sujetos a procesos pueda resolverse en el corto plazo hoy es remota debido a que la pugna entre el gobierno y la oposición sigue escalando mientras Noruega lleva adelante un proceso de acercamiento entre las partes para llegar a un diálogo que abra una salida pacífica a la crisis venezolana.

A pesar de la incertidumbre que los rodea y el riesgo que enfrentan de ser apresados en cualquier momento, Mejía aseguró que ni él ni sus colegas están arrepentidos de lo que hicieron.

Por el contrario, dijo, “lo volveríamos a hacer si fuera necesario. Esta lucha vale la pena”.

Por Fabiola Sánchez / AP

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