Leocenis García: El Departamento de Estado y su viraje

Leocenis García: El Departamento de Estado y su viraje

Durante meses, he seguido especialmente las posiciones del señor secretario de Estado, Mike Pompeo; y del enviado especial para el caso VENEZUELA, el señor Elliott Abrahams.

La posición del Departamento de Estado, sobre la situación de VENEZUELA, parece haber variado positivamente.

Intentar meter al chavismo – hablo de quienes aún creen en esa ideología fallida del socialismo- en el mismo saco que los altos jerarcas del chavismo ha sido un error en el pasado. El chavismo no es una banda criminal – aunque existan jefes que sean unos auténticos gánsters- es una realidad política .





Tanto Abrahams como el señor secretario de Estado han dado pasos gigantes para que el chavismo sin vinculaciones con el narcotrafico sepan que estarán en una transición.

Hoy, para nadie es un secreto que figuras prominentes del chavismo mantienen contacto con el Departamento de Estado.

La propia Gabriella Ramirez, ex defensora del Pueblo o la actual Fiscal General de la República, Luisa Ortega, tienen espacios para ser escuchadas.

Este es un poderoso mensaje al único sostén del régimen de Maduro: Los militares.

Claro que, esta es una vía, un poco más larga. Pero efectiva.

Esa política que cada vez gana más espacio en Washington, debilitará a Maduro.

Los venezolanos decimos: “No hay mejor cuña que la del propio palo”. Es el equivalente a decir que: se hace mejor daño a alguien con sus viejos aliados.

Lo otro ya fracasó.

Es comprensible que Washington no puede dejar a Guaido tirado a la orilla de la carretera, y deben seguir apoyándolo como supuesto jefe de Gobierno. Eso ya lo hicieron desde 1937 hasta 1945 en Polonia con el gobierno interino, al cual ese mismo año le quitaron el apoyo como parte de los acuerdos para culminar la Segunda Guerra Mundial. El régimen polaco prometió unas elecciones que fueron un fiasco y que terminaron en el llamado referéndum del Triple SI.

Con la aparición de Walessa en los 80 y la semi elecciones pactadas entre el régimen y Solidaridad en 1989, empezó la transición. Prácticamente se repartieron el poder un tiempo y de ahí vino el proceso libre que llevó al poder a Walessa. Lo demás fue una paja burda. El gobierno interino instalado en 1937 en el exilio entregó símbolos a este tipo de bigotes, que tomó el camino de tratar a sus adversarios como eso, y no como enemigos a los que había que matar.

La lucha entre sectores extremistas de oposición y gobierno, así como el terrorismo de Estado, han dejado profundas heridas en la sociedad venezolana.

No es verdad que el fin justifique los medios.

Washington es nuestro aliado. Pero claro, deben comprender que el modelo colectivista de la socialdemocracia se acabó. Ahí hay un país expectante, pidiendo un plan. Pero ese plan, no puede ser ese enrredo que mezcla estatismo con medidas cuasi liberales que presentó el Congreso.

Eso es inviable.

Aquí ha reinado hasta hace poco una devoción a las salidas mágicas, a un caudillo, un militar a media noche.

Ojo, los necesitamos. Pero para que ayuden con el orden que necesitará el plan liberal económico de transición.

Quienes piensan que el ?n justi?ca los medios suponen que un futuro sin quienes gobiernan hoy borrará las culpas provenientes de las claudicaciones éticas y de los crímenes. La justi?cación de los medios en función de los ?nes implica admitir la propia perversion, pero, sobre todo, implica admitir que se puede dañar a otros venezolanos , que se puede exterminar a otros venezolanos , pegarles un tiro, bailar sobre sus cadáveres, con la ilusión de que ese precio terrible permitirá algún día vivir mejor a otras generaciones de venezolanos .

Toda esa lógica a lo sumo construirá una nueva jungla, con otros salvajes al mando, pero jamás un país.

La manera de restañar esas heridas no puede girar en torno a venganzas o resentimientos que serían innobles en sí mismos, cuando no inmorales en muchos casos, en cuanto pudieran comprometer al destino del país en estériles ?jaciones sobre el pasado.

Pero la democracia tampoco podría edi?carse sobre la claudicación, actuando como si aquí no hubiera ocurrido nada. Asi que el Congreso- esté o que parece que viene- , no tiene que andar en una cazeria de brujas.

Hay que presentar un plan de rescate económico de seis meses, una lucha por elecciones transparentes, y una ley de justicia transicional. De Perdon, si, pero el perdón deja claro que hubo pecados y hubo faltas.

Finalmente, sería muy bueno que, Washington acabe con Ela retórica del régimen de que ellos han impuesto unilateralmente a Guaido, que resultó ser a la luz de los hechos un enorme fiasco.

Hace un año, el señor Willard Smith, uno de los mejores jefes de la sección de Asuntos Políticos de la embajada de EE.UU. en VENEZUELA, conjuntamente con Mercedes Crosby ( una mujer que comprende muy bien el tema de VENEZUELA) me presentaron al profesor Benigno Alarcón de la Ucab.

Alarcón proponía unas primarias para escoger el jefe de La oposición. El método de Benigno hacía que las primarias las ganara, la persona que lograra mayor consenso entre todos los simpatizantes de los candidatos más llamativos. Eso quitaba la jefatura de manos de los medios que no pegan ni una en VENEZUELA, y quitaría la retórica al régimen sobre la intervención americana.

Sería un proceso inspirador, que se convertiría de facto en una elección presidencial. Eso da una legitimidad que el propio ejército no podría desconocer, si antes se dan los pasos que ya enumeré.