Jesús Enrique Rosas, consultor de lenguaje corporal, hizo un análisis detallado de la actitud de Nicolás Maduro durante la parada militar realizada este 24 de junio en el Campo de Carabobo con motivo de la celebración del 198 aniversario de la Batalla de Carabobo y día del Ejército venezolano.
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En su análisis, Rosas destaca la extrema inseguridad que demuestra Maduro durante el acto, ya que la mayor parte del tiempo la pasó tambaleándose, con la mirada perdida y con muy pocos ánimos de estar allí.
Rosas explica en un principio que para detectar cambios en la actitud o imagen de una figura pública, es indispensable hacer una breve investigación de su actitud en momentos similares, y por ello hace una comparación con un acto militar realizado hace un año.
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El analista detalla que las posturas y movimientos de Maduro reflejaban terror o pánico. Una caminata torpe y la mirada perdida pueden significar muchas razones, pero Rosas sugiere que el cerebro del usurpador repasaba mil posibles catástrofes en un instante, recordando cuando el pasado 4 de agosto, un dron fue estallado en las cercanías de un acto militar en la avenida Bolívar en Caracas.
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Por lo general, Maduro se muestra con el ceño contraído. En esta ocasión, puedes verlo totalmente ido, con un rostro casi neutral, además su extrema inseguridad lo hace realizar un vaivén sutil con el cuerpo, una acto reflejo para simular tranquilidad.
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Todo esto se sustenta también con la postura de su esposa Cilia Flores a quien se le nota cierta tensión e incomodidad, con el cabello y la mirada.
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