José Manuel Rodríguez: La Señora Bachelet

¿Dónde puedo encontrar un hombre gobernado por la razón y no por los hábitos y los deseos?

Khalil Gibrán





Despejada la incógnita. La alta comisionada de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet presentó su informe acerca de la gravísima situación que viven los venezolanos dentro y fuera del territorio nacional.

Los resultados de tan esperado informe son demoledores para el gobierno de Nicolás Maduro y el combo que lo acompaña. En dicho informe se da cuenta de la violación sistemática y continuada a los derechos más fundamentales del ser humano. Se expone allí la situación terrible de supervivencia a la que están sometidos los venezolanos. Salarios de hambre, escasez, control social a través del manejo despiadado de las necesidades del pueblo, políticas económicas erradas, situación precaria del sistema de salud, persecusión judicial y policial al disenso, hegemonía comunicacional a través de un aparato propagandístico implacable, tortura, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas entre otras menudencias que dejan al descubierto una despiadada dictadura.

¿Pero que estábamos esperando los venezolanos específicamente de la visita de la Señora Bachelet? Leía ayer un Twitter del periodista Alonso Moleiro que “hay opositores que no quieren marchar, no quieren protestar, no quieren diálogar, no quieren participar, no quieren votar, no quieren ayuda internacional, no quieren a los militares, no quieren a la OEA, no quieren a Bachelet, no quieren nada” y termina preguntando “Qué será lo que quieren?”

Cito a Moleiro primero, porque estoy completamente de acuerdo con el, pareciera que la mayoría del sector opositor venezolano no sabe a que se opone, sólo se opone a todo; y segundo para contestarle la pregunta a Moleiro: ¡Quieren joder!.

Los ataques a Michelle Bachelet en los días previos a su visita fueron implacables, se señaló su pasado izquierdista, se le acusó de ser cómplice de Chávez, de Maduro, casi que la acusan de haber comido niños en Chile. Durante su estadía en el país no fué mejor. Se cuestionó duramente el haberse reunido con Nicolás y con personeros de su gobiernos, y fue duramente atacada en el colmo de la disciplina retórica por decir presidente a Maduro y no referirse a su gobierno como régimen.

Ahora, una vez presentado el revelador informe que le da a Maduro justo por debajo de la línea de flotación, aún hay gente que sigue desmadejando el mismo para ver si encuentra un error de sintaxis, o un signo de puntuación mal puesto para arremeter de nuevo contra la alta funcionaria de la ONU y acusarla de colaboracionista revolucionaria.

¿Acaso pretendían estos sectores irracionales que la Sra Bachelet al pisar Maiquetía abriera su bolso, sacara un fusil y conminara a Nicolás y su combo a abandonar ya el país?

Michelle Bachelet vino a hacer su trabajo como alta funcionaria de la organización global más importante de la tierra. Hizo su trabajo dentro de los canones y parámetros que demanda la diplomacia internacional para una misión tan delicada y que demanda su altísima investidura.

Seguir atacando a Bachelet, a la Comunidad Internacional, a la OEA, al Grupo de Lima o a cualquier otro organismo multilateral, país o institución que tratan desesperadamente de buscar una solución pacífica al problema Venezuela, es una estupidez tan supina como llamar a desatender las convocatorias de Juan Guaidó, atacar a los dirigentes políticos de la oposición o iniciar campañas de descrédito contra la Asamblea Nacional, como si eso le hiciera daño sólo a Guaidó, a los dirigentes o a la Asamblea, nos daña a todos.

Déjenme decirles señores opositores a todo, que los únicos colaboracionistas con el régimen al asumir esa posición a ultranza de atacar a todo lo que huela a oposición democrática son ustedes. Sumense, aporten o apartense. Déjenme decirle algo más, ¡mucho ayuda el que no jode!

José Manuel Rodríguez
Analista / Consultor Político
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