Párroco de La Milagrosa lo cuenta todo y sospecha que lo asaltó un antiguo colaborador

Párroco de La Milagrosa lo cuenta todo y sospecha que lo asaltó un antiguo colaborador

Párroco Roberto Morales / Panorama

 

Moretones en el labio superior y el rostro enrojecido. Esos son los signos de violencia que dejó en el presbítero Roberto Morales la tarde de horror que vivió el pasado domingo 7 de julio.

La mañana de este jueves 11 de julio, Morales revisaba unas llaves junto a su equipo de colaboradores. De estos, seis sufrieron también las agresiones de los dos hampones.





El párroco de La Milagrosa estaba en la casa parroquial, donde se cometieron los violentos hechos hace 4 días. “Concluimos que entraron por la iglesia. Creemos además que se trata de personas que conocen el funcionamiento de la iglesia porque sabían cómo acceder a nosotros. Sospechamos de un antiguo colaborador nuestro del que sufrimos un robo menor hace algunos meses”, contó a Panorama.

El padre Morales cree que los asaltantes estaban bajo los efectos de drogas. “Estaban claramente drogados, los ojos de uno de ellos eran los de una persona drogada. Pedían dólares, oro, cosas que realmente aquí no hay. Nos amarraron con ganchos (metal) por los pies y por las manos, nos golpearon y amenazaron de muerte. A cada rato repetían que nos iban a matar y se preguntaban entre ellos por quién empezaban. Yo les decía que me mataran a mí, yo estaba listo; a mis colaboradores debían dejarlos en paz”, rememoró.

Según Morales, los robos en la iglesia, ubicada en Los Haticos, han ido creciendo desde hace dos meses. Lo que empezó como un robo del cableado eléctrico, siguió con una intentona de saqueo al templo luego de romper parte de la puerta principal de “La Milagrosa”. El último eslabón de la cadena de asaltos casi le cuesta la vida.

“Aquí nos tienen, intentando conseguir alguna llave que nos permita abrir por completo la iglesia. Hasta ahora tenemos abierta solo una hoja de la puerta principal y con eso hemos retomado parte de las actividades. Intentamos que sean misas rápidas, los feligreses están al tanto y saben que deben ser puntuales porque intentamos cerrar los portones para tener más seguridad y poder protegerlos también a ellos”, recalcó el párroco.

Dos hampones, de un grupo de al menos 6, entraron el domingo 7-J a la casa parroquial y sometieron al padre y a los colabores. Los maniataron y golpearon. Hubo ensañamiento con Morales. Le echaron detergente en la cara y le rompieron sacos de harina en su cabeza.

En cuanto a las actividades programadas para el fin de semana, se llevarán a cabo en horarios de 4:30 y 5:00 de la tarde y contarán con su presencia. Los feligreses retoman con cautela sus visitas a la iglesia y esperan contar con resguardo policial.

 

Párroco Roberto Morales / Panorama

 

Párroco Roberto Morales / Panorama