La tortura en Venezuela y el límite del dolor

La tortura en Venezuela y el límite del dolor

Funcionarios del DGCIM/ Foto: Archivo

El 10 de julio fue entregado el cuerpo del capitán de corbeta, Rafael Acosta Arévalo. Habían pasado 12 días desde su muerte en el Hospital Militar, a una semana de haber desaparecido luego de una reunión en un centro comercial en Guatire.

Raylí Luján / LaPatilla.com

El 21 de junio el capitán Rafael Acosta Arévalo había sido detenido por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), según la declaración del ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez cinco días después.





Rodríguez acusaba a Acosta Arévalo y a otros dos militares de un supuesto plan para derrocar a Nicolás Maduro. Esa misma noche, Diosdado Cabello en su programa semanal Con el Mazo Dando aseguraba que el funcionario castrense estaba “a buen resguardo”. Con su muerte a los 3 días, se demostró que la realidad era otra. 

El exdirector del Sebin, Manuel Cristopher Figuera reveló recientemente que las torturas aplicadas a presos políticos son sistematizadas. Aunque Figuera dijo a El País de España que no puede describir con detalle gráfico lo que ocurre en estos centros de detención, asegura que con ello se busca “aterrorizar a la gente”.  

“Lo torturaron mucho, tanto que lo mataron”, dijo la esposa del capitán / Foto: Provea

“En el caso del capitán, hay una situación dolorosa, dramática, aberrante. En esos organismos hay unos elementos que le tributan directamente a Maduro para amedrentar, aterrorizar a quienes se opongan a su designios (…) Lo grave es que los mismos compañeros militares que están en altos cargos no se pronuncien, no condenen”, expresó Figuera.

Un día antes de morir, el capitán de la Armada fue llevado a su audiencia de presentación en el tribunal militar tercero de control. Llegó en silla de ruedas, con los ojos morados, el cuerpo repleto de escoriaciones y restos de sangre en las uñas. Acosta pedía auxilio. Así lo confirmó el abogado Alonso Medina Roa, miembro del equipo de defensa, a la agencia AP.

En el acta de defunción del militar, filtrada en redes sociales por el periodista Eligio Rojas, se muestra que la causa de muerte fue un edema cerebral fuerte, producto de “una insuficiencia respiratoria aguda, debido a rabdomiólisis por politraumatismo generalizado”. El juez en el exilio Zair Mundaray  había presentado previamente detalles de la autopsia en los que relacionaba la muerte de Acosta con golpes, suspensión y corriente eléctrica que sufrió durante las torturas.

El Dr. Enrique López-Loyo, vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela destacó en entrevista para NTN24 que “no hubo área anatómica que no fuese tocada por la tortura” en el caso del capitán Acosta. 

 

Explicó que la funcionalidad del sistema se vio comprometida por una obstrucción renal y un edema cerebral severo a causa de lesiones en tejidos blandos que generaron rupturas y hemorragias. “Todos estos elementos proteicos alcanzan el torrente sanguíneo y generan obstrucción tubular en riñones, lo que produce insuficiencia renal”.

Límites del dolor 

Otros especialistas consultados por LaPatilla.com, como la doctora Antonietta De Dominicis, vicepresidenta de la Sociedad Venezolana de Medicina Forense se refirieron específicamente al dolor que es capaz de soportar un organismo humano en casos extremos: ahogamiento, asfixia, traumatismos severos o descargas de alto voltaje.

“Entre las lesiones originadas por la electricidad observamos la marca eléctrica que nos indica el punto de entrada y salida de la corriente. La muerte por electrocución puede ser instantánea o tardía después de un intervalo de varias horas; durante este intervalo aparecen fenómenos secundarios como asfixia, edema cerebral y pulmonar, entre otros; y si la muerte es inmediata el mecanismo más importante es la fibrilación ventricular que ocurre cuando el corazón queda incluido en el trayecto de la corriente”, sostuvo De Dominicis.

La patóloga forense destacó que los efectos producidos por la corriente están directamente relacionados con la intensidad y tiempo con la que se actúe sobre un organismo. “Los efectos generales de la corriente eléctrica serán tanto mayores, cuanto mayor sea el voltaje y menor sea la resistencia de la piel, que es la capa con la que contacta la corriente eléctrica. Y si ella está mojada o deteriorada los efectos de la corriente son mucho más intensos”.

Con respecto a la asfixia, De Dominicis señaló que cada organismo responde de diferentes formas. “Un deportista experto en apnea soportará mucho más tiempo que una persona normal. Ellos pueden durar hasta 10 minutos o más sin respirar debajo del agua y una persona normal no pasa de 2 minutos aproximadamente”.

El neumonólogo y médico forense, Ernesto González Isea coincidió que tanto en el caso de asfixia como en el caso de ahorcamiento, el período de tiempo es el mismo y varía entre 2 y 10 minutos. “En el caso de estrangulamiento se pueden producir otros elementos como muerte por inhibición, por el nervio vago que también pasa por el cuello y que cuando se comprime el cuello se irrita y antes que la persona se asfixie por la compresión, se produce una muerte por inhibición o paro cardíaco. Ahí lo importante es demostrar los signos con exámenes en la autopsia”.

Sobre la muerte por sumersión, González Isea explicó que el agua sustituye el aire en las vías respiratorias, donde existen espacios muertos en los que no se producen intercambios. “Se ha demostrado a través de los estudios que las personas por sumersión pueden morir entre 2 y 10 minutos. Es variable, depende de la resistencia de la persona pero ese es el tiempo en que se produce un daño irreversible sobre todo en el cerebro por fallas de oxígeno”.

En relación a los golpes que pueden aplicarse sobre una persona hasta el punto de causarle la muerte, la doctora De Dominicis manifestó que ello depende de las características de los instrumentos contundentes y de la cuantía de la fuerza viva ejercida sobre el organismo.

“Si la agresión se localiza en partes blandas como el abdomen y cuando la violencia con que choca el instrumento contundente (sin punta ni filo) contra el organismo es elevada, la acción traumática puede producir efectos lesivos en tejidos y órganos profundos que causan lesiones gravísimas que pueden muchas veces llevar a la muerte al individuo, sin dejar en la piel lesiones. El órgano más predispuesto a la ruptura en el abdomen es el hígado. Le sigue el bazo, riñones, vísceras huecas como estómago, intestino y vejiga; en tórax tenemos pulmones. Aquí juega un papel importante la fractura de arcos costales producidas por el impacto del instrumento contundente, las cuales a su vez pueden producir perforación de los pulmones. Estos traumatismos en cavidades como tórax y abdomen, generalmente producen derrame sanguíneo en su interior y esto puede producir la muerte del individuo, por supuesto dependiendo del volumen derrame cavitario”, agregó. 

En el caso del capitán se denunció por parte de sus familiares y equipo de defensa que fue la extrema tortura lo que le causó la muerte. Y aunque aún no es público un certificado oficial de defunción donde se compruebe el tipo de lesiones que le causaron, el estado en el que se encontraba para la audiencia de presentación y el extracto filtrado de la autopsia de Acosta Arévalo revelaron parte de los daños a los que su cuerpo fue sometido durante los días de detención. 

Esta no sería la primera acusación de una muerte por torturas que reposa sobre el gobierno de Nicolás Maduro. En octubre de 2018, el concejal Fernando Albán murió en la sede del Sebin en Plaza Venezuela y desde la oposición venezolana se denunció que se trató de un asesinato. A 9 meses de lo ocurrido, el exdirector del Sebin aseguró que Albán fue “lanzado”.  

Sistemáticas en métodos y conciencia

El expreso político Lorent Saleh, liberado unos días después de la muerte de Albán tras permanecer 4 años en los calabozos del Sebin ofreció detalles en una entrevista para El Mundo de España sobre las torturas a las que fue sometido durante su reclusión. 

Esposado así. Soportando chorros de agua sobre el cuerpo cada hora. La luz blanca, siempre blanca… Luego la corriente eléctrica… Los golpes. Te rodean las muñecas de tirro -papel periódico con cinta adhesiva- para que las esposas no dejen marca. Lo mismo en la cabeza. Y esto en mi caso. Se cuidaban de no dejar huella. Buscaban métodos alternativos a la violencia a palos, porque no les convenía. A otros presos directamente les rompían las costillas y los dejaban morir”, fue parte del relato de Saleh para evidenciar el nivel de organización que se aplicaba en estas prácticas.

Zambrano
The entrance of ‘El Helicoide’, a detention centre of the Bolivarian National Intelligence Service (SEBIN), where National Assembly vice president Edgar Zambrano is under arrest, is pictured in Caracas, Venezuela May 9, 2019. REUTERS/Ueslei Marcelino

Villca Fernández, expreso político liberado y expatriado en junio de 2018 descartó la presencia de un especialista médico durante las torturas en el Sebin, con los conocimientos que dieron forenses consultados para este reportaje sobre el aguante del organismo. Sin embargo, Fernández aclaró para LaPatilla.com que sí existe un guión de torturas que supera varias etapas hasta elevarse completamente con el fin de generar miedo. 

“Después de haber convivido con detenidos y haber podido ver cómo funciona y haber pasado delante de mis ojos tantas torturas, estoy convencido de que es una política sistemática de Estado, que sabe y entiende que es a través del miedo como puede callar y como puede frenar el descontento popular. Generar ese miedo suficiente que le permita controlar”.

Para Villca Fernández la sistematización de la tortura en los calabozos venezolanos también se presenta por el nivel de conciencia con el que se aplica. Consideró que la búsqueda de una confesión es lo ideal para los funcionarios que lo practican, con las excepciones de aquellos que lo hacen por placer. 

“Lo hacen conscientes y con un objetivo: en algunos casos para extraer confesiones. Golpean hasta que se cansan, a veces las golpizas no son para sacarte nada, a veces lo hacen por satisfacción, demostrar que tienen el poder. Quebrar física y moralmente. Me imagino que se preparan para eso, para saber que voltaje aplicar (…) Procuran no dejar huellas a pesar de que no les importa si las hacen. Entienden y están claros en el objetivo que buscan. Saben también que el detenido puede entrar en contacto y se atrevería a denunciar”, dijo. 

Reiteró que existe claridad mientras se aplican estas torturas y asegura que las muertes que han ocurrido como consecuencia de las mismas no son accidentales. “No hay accidente, hay intencionalidad absoluta. Claridad en lo que están haciendo y aplicando. A Acosta le hicieron tantas cosas que la consecuencia fue su muerte y fue intencional. No les importa si la persona muere o no. Ellos controlan todo, no les importa nada”.