Diorkis Bravo: En las cajas Clap hay corrupción y productos que no pasan la prueba sanitaria

Diorkis Bravo: En las cajas Clap hay corrupción y productos que no pasan la prueba sanitaria

 

No es la primera vez que el “programa social” o mejor dicho “programa de enriquecimiento obsceno” mejor identificado como CLAP está envuelto con la opacidad del caso, en temas de corrupción, de sobre precios, de falta de controles sanitarios, de etiquetas con falsa información calórica y lo más importante, alimentos vencidos o de dudosa procedencia.





Diorkis Bravo, dirigente social en el estado Monagas, entidad en la que realiza permanentes jornadas (alimenticias y de salud) dirigidas a la población escolar se refirió a las hoy cuestionadas cajas CLAP. “Hagamos un poco de historia de lo que se ha convertido en la fuente de riqueza mal habida en detrimento de miles de ciudadanos que, por la necesidad de alimentar a sus familias, se han visto en la penosa sumisión al partido oficialista, mientras que millones que luchan en sus espacios por el retorno de la democracia, pasan hambre o están desnutridos. Para muestran los informes de organizaciones internacionales, además de los que con esfuerzos han hecho las ONG y otras organizaciones dentro del territorio nacional. El 3 de abril de 2016 nace el Comité Local de
Abastecimiento y Producción mejor conocido como bolsa y caja CLAP. Según el régimen los CLAP surgieron para “enfrentar los embates de la guerra económica, el acaparamiento de productos y la especulación en los precios” y de ñapa “como modelo de producción y distribución de productos de primera necesidad en todo el país”. El guion sin desperdicios. En esa como en todas las materias el régimen salió raspado”.

El régimen a través de la corrupción ha puesto en peligro la salud de los consumidores

“De la mano con el importante anunció que hizo ayer el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos sobre las sanciones a 10 personas muy pero muy cercanas a Maduro y a 13 empresas vinculadas al régimen dictatorial actual, decisión enmarcada en la gestión del presidente Guaidó de erradicar de raíz la corrupción y otros delitos como el narcotráfico, el lavado de dinero, el “cuanto hay para eso”, solicitamos a la Asamblea Nacional una averiguación en materia sanitaria transparente y objetiva de los alimentos que el régimen está importando buscando esconder su ineficiencia y opacidad en las negociaciones con exportadores extranjeros que me atrevo a decir no todos han caído en la tentación del enriquecimiento súbito propiciado por los usurpadores del poder. Tenemos denuncias sobre la leche que se ha importado de México –no tiene tradición láctea como la de Europa y Estados Unidos-es más engrudo que leche en polvo porque es adquirido a precio de remate. Ese producto no pasa por los controles sanitarios correspondientes y el bajo aporte de nutrientes es evidente. Desde 2004 la Procuraduría Federal del Consumidor (México) viene alertando que algunas marcas de leche presentan problemas en la información comercial o el contenido de las etiquetas que inducen al error o engaño. En 2006 a través de la Secretaría de Economía de ese país, PROFECO reveló que 400 marcas de productos lácteos engañaban a los consumidores ofreciendo bebidas de soya o de arroz como leche. La pregunta que nos hacemos ¿el régimen estaba en conocimiento de esa situación? En Venezuela los consumidores han denunciado en reiteradas oportunidades las condiciones higiénicas, sanitarias de los alimentos que reciben y las consecuencias en la salud. Hasta ahora no hay respuestas”.

Diorkis en su análisis sobre la corrupción en las cajas CLAP resalta que el régimen de Maduro a través de intermediarios hizo en 2017 compras masivas de alimentos a compañías mexicanas y uno de los intermediarios era Group Grand Limited, registrada en Hong Kong y vinculada al empresario colombiano Alex Saab quién hoy también es acusado por una Fiscal del Departamento de Justicia de Florida en los Estados Unidos por lavar más de 350 millones de dólares para el régimen de Maduro. Y es la persona señalada por la Fiscal venezolana Luisa Ortega Díaz por sus vínculos con el usurpador de Miraflores.

“Como estamos centrados en el tema de si los productos de las cajas CLAP son aptos para el consumo humano nos vamos a la empresa Deshidratados Alimenticios e Industriales (DDI), registrada en Nueva León y que obtuvo el 15/5/2017 un certificado para la exportación de libre venta hacia Venezuela por parte de la Secretaria de Salud del Estado a través de la Comisión Federal para la Protección contra riesgos sanitarios (COFEPRIS). Esa empresa era productora de Mc Leche, la de la vaquita roja, como es conocida en nuestro país. Pero lo interesante es que el Instituto de Ciencia y Tecnología de la UCV a solicitud de Armando.info analizaron ocho marcas de leche, recolectadas entre septiembre y diciembre 2017. La de la vaquita roja fue una de las que mostró peores perfiles nutritivos. De allí las quejas de los consumidores que no obtuvieron respuestas por ningún organismo”.

Distribución de CLAP a dedo sin logística alguna

Además de la carencia de nutrientes en los alimentos del programa CLAP se une un interesante estudio realizado por Ciudadanía en Acción que denuncia que los venezolanos solo están consumiendo 14% de las proteínas que requieren por día. Esto produce caquexia, anomalía que produce que los organismos estén auto consumiendo las proteínas que tenía integrada en la masa muscular. Una persona de acuerdo a la dieta prototipo nacional debería consumir 75 gramos de proteína por día y hoy está consumiendo 18 gramos.

Ciudadanía en Acción también se refirió a la distribución del programa CLAP. Está al revés “tenemos más alimentos en las parroquias centrales y menos alimentos en las parroquias más
vulnerables. No sólo reparten más cajas en las tipo 1 (las más densas y urbanas) sino que tenemos más kilogramos dentro de las cajas. Las cajas de una parroquia tipo 1 en el mes de junio tenía casi 14 kilogramos de alimentos, mientras la caja de una parroquia tipo 4 (mucho más afectada por la desnutrición, la de poblaciones rurales), donde la prevalencia de desnutrición está más o menos en 25% o 27%, tenían 8 kilogramos. Tenemos un Estado que a quien más necesita menos le da”. Las de tipo 2 son densidades medias y las de tipo 3 que son parroquias.

 

Nota de prensa