Ramón Peña: Marginal

Ramón Peña: Marginal

Sao Paulo
Foto: Juventud venezolana rechaza realización del Foro de Sao Paulo en Caracas / Prensa

 

Es exiguo el número de paises que, con algún grado de firmeza, apoyan a quien usurpa la presidencia de Venezuela. En su casi totalidad, lo hacen por interés propio. Entretanto, la crisis humanitaria, el éxodo, la inviabilidad económica, la grotesca corrupción, los abusos de todo orden contra los derechos humanos, acrecientan su rechazo en el plano internacional.

Por el contrario, crece el conjunto de países que reconocen a Juan Guaidó como Presidente Encargado de Venezuela. Recientemente, se sumaron los mandatarios de Grecia, Ucrania y Marruecos. Esta misma semana se ha pronunciado el Primer Ministro de italia. Con igual sentido se profundiza el grado de compromiso y las acciones de entidades como el Grupo de Lima y la Unión  Europea, así como de Estados Unidos, todos por el rescate de la democracia venezolana.





Los aliados naturales del usurpador toman distancia. Solo 20 % atendió su invitación al Foro de Sao Paulo en Caracas. Escasean quienes quieran hacerse un selfie con él. Es cada vez más un gobernante solitario, que impera sobre la miseria de su propia autoría. Sin capital político. Sostenido en el poder por la fuerza bruta. Guarecido en un cuartel.

Esta semana en Puebla, Mexico, se reunió el Grupo Progresista Latinoamericano. Una asociación de dirigentes del socialismo continental. Entre otros, se encontraban antiguos admiradores y protegidos de Chávez, como Ernesto Samper Pizano y José Miguel Insulsa. En la declaración del encuentro se condenó el neoliberalismo, la exclusión de las fuerzas de izquierda, el monopolio derechista de la prensa, la desigualdad social. Se acordó respaldar al gobierno de López Obrador e impulsar las candidaturas presidenciales izquierdistas de Uruguay, Bolivia y Argentina. Notablemente, no hubo ni una sola mención referida al usurpador.

Ya no es solo cuestión de rechazo, que es cosa grave, nuestro usurpador también acumula puntos para la marginalidad entre sus propios camaradas.