Alertan sobre brotes de hepatitis en el país

(foto archivo)

 

A propósito del Día Mundial contra la Hepatitis es referencia incuestionable la lucha incansable por la erradicación completa de esta enfermedad infecciosa por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publica 2001.

Para lograrlo, pone en práctica desde hace tres años la Estrategia de sector salud que abarca el periodo 2016-2021 para hacer frente a las hepatitis víricas por medio de propuestas y proyectos sociales, políticos y económicos internacionales que atiendan a las soluciones eficaces a este mal que quebranta la salud de alrededor de 325 millones de personas en todo el mundo, y que cada año causa cerca de 1,4 millones de muertes, principalmente en sus tipos A y B.





El médico infectólogo venezolano y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, Alejandro Risquez explicó que actualmente existen brotes de hepatitis en el país, aunque no se cuenten con cifras oficiales desde hace más de tres años.

Detalló que la vacunación contra la hepatitis B no se encuentra incluida en el programa de inmunización provisto por el Gobierno, lo que ha llevado a varias organizaciones científicas y de salud pública a la emisión constante de comunicados para hacer eco de la urgencia sanitaria y lograr insertar la vacunación en los programas inmunitarios. “Estas vacunas que se colocan en el primer año de edad en los infantes reduce significativamente el resurgimiento de epidemias en la sociedad”.

Especificó que en algunas zonas rurales e indígenas de Venezuela la lista de infección por el virus tipo B se engrosa, ya que tienen menos acceso a la inmunización.

Informó que en la nación se encuentran todos los tipos de hepatitis (A, B, C , D y E), y se deben tomar las medidas higiénicas y terapéuticas adecuadas para tratar a cada una.

Medidas a tomar. El médico Alejandro Risquez dijo que para evitar la hepatitis A y E la clave está en mejorar el saneamiento ambiental y tener higiene al manipular los alimentos.

Añadió que el virus hepático tipo B se contagia principalmente por mantener relaciones sexuales con personas infectadas, durante el parto (de madre a hijo) y por inyecciones y transfusiones contaminadas. “Para combatirlo el coito debe efectuarse responsablemente con el uso de preservativos. Al momento de planificar la formación familiar se deben realizar las pruebas pertinentes que descarten la presencia de las referidas infecciones virales”, sentenció.

La hepatitis tipo C se adquiere por el contacto de sangre contaminada, por ejemplo, al compartir agujas o utilizar equipos de tatuajes no esterilizados.

En ese sentido, Risquez expresó que todas las prácticas que se ejecuten con herramientas que perforan el cuerpo humano tienen que hacerse con la mayor precaución posible.

De resultar positiva la prueba serológica que detecta la enfermedad vírica hepática tipo B y C las atenciones médicas deben ser más delicadas a consecuencia de las probabilidades de desarrollar complicaciones graves como: cirrosis hepática y cáncer de hígado. Contrariamente las personas con hepatitis tipo A y E solo necesitan reposo y una buena alimentación para recobrar la salud, en ocasiones el paciente no sabe que ha contraído la enfermedad; y rara vez causa la muerte.

José Félix Oletta, médico internista y ex ministro de salud, señaló que la inexistencia de cantidades oficiales recientes sobre casos hepáticos no es razón para creer que no va aumento. Argumentó que el año 2016 reflejó un incremento de enfermos de hepatitis A. “De 2.795 en el 2013 pasaron a 4.305 casos a finales de 2016”.

Precisó que no solo es la hepatitis. Tampoco se conoce la morbilidad de diarrea aguda en Venezuela desde 2016 a pesar de que las cifras de ese año fueron las más altas en toda una década y estaba presente en todos los grupos de edad: en tres años pasaron de 5.844 por cada 100 mil habitantes a 6.180, según los últimos datos oficiales obtenidos en los boletines epidemiológicos del ministerio de Salud.

Como antesala al Día Mundial contra la Hepatitis, la OMS publicó un nuevo estudio donde expuso que invertir 6.000 millones de dólares cada año en 67 países de rentas medias y bajas hasta el año 2030 evitaría más de 30 millones de muertes a consecuencia de este mal.

En el comunicado el director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus dijo “pedimos que los países integren en su sistema de salud universal servicios para tratar la hepatitis y luchar contra esta enfermedad”.

La OMS abarcará todos los ámbitos posibles que den con el resultado deseado de disminuir casi en su totalidad los virus hepáticos que anualmente quebrantan y matan a miles de personas. La lucha apenas comienza y la unión de fuerzas garantiza el triunfo.