Tiempo de reflexión y acción, por @ArmandoMartini

Tiempo de reflexión y acción, por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

 

Época azarosa, de ansiedad y desconcierto. A diferencia del TIAR, creado cuando existía la Unión Soviética, que serviría para prevenir agresiones de la cruel tiranía en su asedio contra América Latina. Fidel soñaba perversidades stalinistas, no tenía edad ni popularidad para realizarlas. Sin embargo, desde el primer día de 1959, conceptúo un sistema para resguardarse y proteger la bazofia que representaba.

La esencia del TIAR es, defensiva; la del Foro de São Paulo, ofensiva. Diseñado para fortalecer la asistencia mutua de partidos, movimientos y gobiernos anti-estadounidenses. El Muro de Berlín y la URSS se derrumbaron por el peso de represiones, arbitrariedades, injusticias y abusos; Fidel se quedó sin financistas; los cubanos vivieron extremos nunca padecidos ya acostumbrados a la miseria autocrática, cuyos jerarcas disfrutaban, comían, bebían, gracias a los dólares de Moscú y los robados a ciudadanos que recibían ayudas de familiares en el exterior.





En aquel frágil desequilibrio de años difíciles, “Periodo Especial”, Castro organizó el Foro de São Paulo (1990) para mezclar fracasados comunistas que venían de la lucha armada y protestaban por hábito en democracia, hasta que consiguió nueva fuente de ingresos, ya con entrenamiento como vendedor de servicios humanos tras haber enviado a miles de cubanos a pelear guerras inservibles, pero por las cuales cobraba en dólares; los muertos eran gratis.

La celebración del malandraje por su “victoria” ante las fuerzas del orden, es irrespetuoso, insolente, retador. Quienes aparecen no dan impresión de obligatoriedad; por el contrario, destellan regocijo y placer. Lo que lleva a preguntarse: ¿se ha perdido el país? Parece indudable, el fracaso de la sociedad, sin principios, valores y buenas costumbres ciudadanas que desaparecieron.

En condiciones depauperadas, un arreglo ético-social, luce ilusorio. La podredumbre apareció en lo más profundo. Es imperativo un cambio radical. Socios y asociados del régimen, son parte integrante de la red de corrupción, y en casos, narcotráfico, lavado de dinero. ¡Una verdadera desgracia!

En São Paulo -ciudad de reunión por primera vez con patrocinio de Lula Da Silva antes de convertirse en sobornado- se encontraron comunistas corruptos, izquierdistas pretendiendo atraer a las clases populares, majaderos demagogos, descocados sin oficio, hoy perseguidos por ilícitos y procederes deshonestos.

De la estulta parafernalia se confirma, no hay dinero para suministrar comida, medicina, tratamiento, servicios públicos confiables, pero sí para destinar al maligno jolgorio castrista, y, cancelar costosas vacaciones ideológicas a chulos redomados, marxistas, socialistas, guerrilleros y mentecatos confundidos.

Existimos en delicada inestabilidad repletos de engaños comunistas y fraudes populistas, asechados por la dictadura castrista. Tal desbarajuste, deja al usurpador sin alternativa, que intencional avanza en la radicalización. No obstante, la realidad se impone, es innegable la deslegitimación y magnitud del aislamiento internacional. El evento de que la estructura oficialista se resquebraje, al tomar seria conciencia de la situación y su nivel catastrófico, es siempre una posibilidad.

Así las cosas, el pragmatismo societario abre espacio a una negociación ventajosa para cúpulas minoritarias de un acuerdo inconveniente para las mayorías, conduciendo a elecciones convenidas, sin el cese de la usurpación ni gobierno de transición. Es cuestión de sobrevivencia para el consorcio y socios cómplices ante la crisis de gobernabilidad, imposible de ocultar. La hiperinflación pulverizó casi todo.

Las conclusiones del Foro de São Paulo en Caracas son las mismas de siempre, consignas anti imperialistas, acoso al libre comercio, rechazo al capitalismo, sometimiento a libertad de expresión, persecución a la propiedad privada, a quienes culpan de sus fracasos. Sin embrago, los mal portados delincuentes son héroes, los terroristas y narcotraficantes víctimas de calumnias, rubricando que el castrismo-madurismo es la ruta para la realización de los pueblos. ¡Habrase escuchado semejante estulticia!
En esta oportunidad, una diferencia, el Informe Bachelet sobre torturas, asesinatos y violaciones de los derechos humanos como política de Estado. El anfitrión no es un sindicalista cuestionable, sino un denunciado ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya.

Se rebozan los diques de contención, la molestia emerge con fuerza, no será fácil contenerla y sofocarla con propaganda engañosa o soluciones dictatoriales. En crisis profundas, el tejido social se resiente, surgiendo expresiones desesperadas. El creciente sufrimiento social pide a gritos un cambio, que pocos parecen escuchar. Llego el período de un cambio decisivo para Venezuela.
Lo nuevo del Foro de São Paulo caraqueño, es que el ideólogo Fidel, y financiador Chávez están muertos; muchos representantes, son delincuentes represores e investigados por corrupción; sólo quedando apuntalar al bochornoso, nefasto de la izquierda, señor de bayonetas y tormentos, camarada al borde del precipicio, capataz obediente del castrismo, despreciado por las mayorías.

Poco probable, quienes sostienen esta afrenta se llamen a engaño. Maduro no puede, sin el apoyo de las fuerzas que han expresado rechazo. Las corrientes -PSUV/MUD/FA- no logran por sí solas implementar un gobierno. Son minoría, no conseguirán dotarlo de gobernabilidad y carácter que se requiere para garantizar estabilidad política-social, de cara a la inevitable aplicación de un programa de ajuste económico.

La apertura de un proceso de transición, requiere se produzcan demarcaciones, tanto en el oficialismo, como del lado opositor. Llegó el momento del coraje. Es tiempo de reflexión y acción.

@ArmandoMartini