A través de una exhaustiva consulta popular en diversos estratos sociales, la casa de encuestas Datanalisis estableció cuáles son los principales problemas que afectan la cotidianidad de los venezolanos, quienes padecen una crisis económica desde que Nicolás Maduro tomó asiento en el Palacio de Miraflores, el cual se niega a abandonar.
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En el año 2013, según la mencionada encuestadora, el principal reto de Maduro era solventar la indetenible inseguridad, el factor de mayor desasosiego en la población durante tal época. Sin embargo, poco a poco el factor económico tomó un mayor protagonismo entre las preocupaciones populares.
Por ende, más allá de la inseguridad, el desabastecimiento y la crisis, el ciudadano común argumenta que la mayor dificultad es el alto costo de la vida, que se resume con la galopante hiperinflación, resultado del abandono del sector productivo.
A pesar de que la inflación era costumbre en la antigua gestión chavista, no soslayaba en gran medida voluntad emprendedora del venezolano. En el 2013, solo el 19,7% de la población estimaba tal factor como su mayor problema.
Sin embargo, tras las expropiaciones chavistas, las sanciones de EEUU a Maduro, la devastación de Pdvsa y la debacle del sistema eléctrico, la hiperinflación se erige como el producto inevitable de los ingredientes que conjugó la mala gestión del régimen.
Según Datanalisis, en 37,8% se ubica el malestar venezolano ante el aumento constante del precio de alimentos y demás recursos indispensables.
Por supuesto, no se puede olvidar que el salario mínimo, que ni el propio Maduro fue capaz de anunciar en una declaración oficial, apenas alcanza los Bs. 40 mil.