Irene Olazo Mariné: Alcemos la voz por Venezuela, el mundo desconoce el nivel de nuestra tragedia

Irene Olazo Mariné: Alcemos la voz por Venezuela, el mundo desconoce el nivel de nuestra tragedia

 

 





El pueblo venezolano sufre las graves consecuencias que ha dejado estos 20 años de “revolución”, que no han sido más que corrupción, resentimientos sociales, impunidad, mafias, narcotráfico, pranatos y codicia de un grupito de personas que se han querido aferrar al poder, a pesar de la sangre inocente derramada y el llanto de tantas madres al ver a sus hijos emigrar, estar presos o morir.

Han sido muchos los países que se han solidarizado con la situación y han tratado de hacer llegar ayuda humanitaria por varias vías y a través de algunas instituciones, mientras otros han recibido a los migrantes y buscan una solución casi inmediata para acabar con esta situación que genera un desequilibrio en toda la región.

Pero también hay países que también son indiferentes y se hacen la vista gorda volteando para el lado contrario como si no fuera con ellos el asunto, otros donde ha proliferado una xenofobia muy grande y otros que -de cierta forma- buscan sacarle provecho a la situación.

Lo que si es cierto es que la situación venezolana ha afectado a gran escala a todo un continente y se extiende más allá del mismo, y mientras no mejore, muchos países seguirán recibiendo migrantes porque es que el venezolano está huyendo de la muerte, sale sin rumbo para tratar de ver si logra “vivir”, ya no salen para poder superarse y sólo quiere seguir respirando y tratar que su familia también pueda sobrevivir a esta situación.

Los que aún están adentro se han acostumbrado -a tal punto- que hay humillaciones que ven normales, pero que con gran esfuerzo logran ver el sol salir por la mañana sin saber que va a pasar ese día, al día siguiente, si van a comer, si tendrán luz o agua y viven con miedo a enfermarse o tener algún accidente porque allí si estarían al límite de la muerte, por la gran escasez de medicamentos e insumos hospitalarios.

Un embarazo es el mayor temor de una mujer joven que desea tener una familia, y es que ni el ácido fólico se consigue y ni pensar en el momento de dar a luz, donde muchas mujeres les ha tocado traer a su hijo al mundo en la calle porque no son aceptadas en los hospitales y salve Dios que no haya complicaciones, y luego conseguir lo básico para la subsistencia de ese angelito. Y de verdad eso no es vida vivir angustiados, preocupados, a la expectativa, con el estómago y la nevera vacía.

Tengo un profundo agradecimiento a gobiernos como el colombiano por acobijar a tantos venezolanos, al de Estados Unidos por poner a la disposición -incluso- de poner en el mar el buque hospital Comfort que tiene como objetivo dar atención médica a los desplazados venezolanos. El gobierno brasileño que le ha tocado incluso acobijar a nuestros indígenas venezolanos desplazados por grupos armados paramilitares, y estos países entre otros tantos que desean ayudar y han otorgado asilo a muchos hermanos venezolanos.

Aún así veo con gran preocupación, por dar un ejemplo, como en muchos países donde ha llegado el buque hospital le dan prioridad a la atención a los nacionales, sin dejar que se cumpla el fin de la atención medica para aquellos que huyen de una dictadura que los ha matado lentamente, no sé si es por viveza o por ignorancia, pero me duele saber que a pesar que nos ponen a disposición ayuda médica a los venezolanos no podemos recibirla como es debido. Creo que, en general, el mundo aún no entiende lo que en Venezuela pasa, que es una gran catástrofe y no deben esperar que directores de Hollywood decidan hacer una película de nuestra tragedia -como lo han hecho con la maldad de los nazis y el sufrimiento de los judíos- para que logren entender que vivimos en un campo de concentración solo que a nivel nacional, y así poder sensibilizarse y solidarizarse con nuestra gente, además que, en lo humano, tengan misericordia de mi amado pueblo y les permitan que lleguen las ayudas que muchos países ponen a disposición.

Dios guarde a otro país de la región a que no sufran ni pasen por lo que Venezuela está pasando hoy día que ya es una larga agonía, porque ningún pueblo merece vivir así -si es que se puede llamar vivir-. He conversado con tantas personas que desconocen la gravedad de lo que en Venezuela ocurre y si les cuento a medio algunos casos lloran de saber que eso ocurre en pleno siglo XXI.

Creo que debemos seguir alzando la voz para que el mundo entienda la magnitud de la desgracia del pueblo de Venezuela, en lo social, en lo humano, en lo legal, en lo ambiental. No podemos permitir que otros países se aprovechen de nuestra tragedia, porque sería como bailar sobre la tumba de esos niños que han muerto de desnutrición y sin la atención médica adecuada.

Tal vez para algunos pueda que yo no sea la más diplomática, pero ante esta situación no puedo hacer silencio y me cuesta sonreír a quienes no demuestran la más mínima solidaridad con nuestro sufrimiento y, si lo hacen, es sólo por hipocresía, porque cuando vamos a los hechos no se materializan.

Es por ello que manifiesto mi indignación y descontento con estos países cuyos gobiernos se aprovechan, pero también expreso mi profundo agradecimiento a quienes dentro de sus posibilidades le tienden la mano a un hermano venezolano que está pasando por momentos de desdicha.

Estoy segura -y se acordarán de mí- que cuando caiga esta dictadura y comiencen a salir a la luz todas las atrocidades, el mundo quedará atónito e impactado de lo que en mi amada tierra se vivió en un periodo oscuro de su historia.

Les confieso me impacto ver al nieto del gran Nelson Mandela sentado muy complacientemente y dando gesto de apoyo a Nicolás Maduro hace pocos días. En ese momento comprendí que, a nivel general, la gran mayoría de los países y sus habitantes desconocen el nivel de maldad y las calamidades que en Venezuela se ha pasado mientras esa cúpula corrupta hay desgarrado y exprimido un país para intereses personales y partidistas.

Cierro este artículo con estas dos frases de este gran hombre de la historia mundial de la lucha por la libertad de un pueblo, vemos como es totalmente contario a lo que él afirma y la realidad del régimen; el régimen no conoce lo que es la misericordia ellos asesinan, reprimen, torturan y trata de silenciar a los reporteros, prensa y todo medio de comunicación. Solo espero que Zwelivelile Mandela -uno de los 17 nietos del Premio Nobel de la Paz- se dé cuenta que va en camino contrario de la lucha y principios de su destacado y admirado abuelo: “Lograras más en este mundo mediante actos de misericordia que con actos de represión”, “La información es un derecho humano básico y la base fundamental para la formación de las instituciones democráticas”, Nelson Mandela.

 

IRENE OLAZO MARINE