Al cierre de la primera quincena de agosto, al menos 11 de las 23 entidades no cuentan con megavatios, es decir, ninguna de las unidades termoeléctricas de las cuales dependen genera electricidad, de acuerdo con reportes técnicos provenientes de esos estados. “Todos los estados cuya generación depende exclusivamente de plantas termo, como Amazonas, Apure e inclusive Aragua, ya no tienen megavatios”, reveló uno de los trabajadores del área.
Frente a esto, otros cinco disponen de menos de 10 % de energía eléctrica y otros tres están en serio riesgo. Solo tres, Bolívar, Sucre y Falcón, no corren semejante peligro porque no dependen de la generación termoeléctrica; y si lo hacen, como es el caso de Falcón, se dispone de combustible suficiente.
Mientras, el país camina —que no avanza— hacia la incertidumbre en materia de recuperación del servicio eléctrico, en medio del calor que se siente en agosto y se acentuará en septiembre, según pronósticos hidrometeorológicos.
Los reportes que ya recaban los especialistas en el tema eléctrico, levantan de nuevo preocupación sobre el futuro inmediato del servicio eléctrico en el país.
Cualquier falla puede ocasionar un amplio apagón, pero si los operadores de Corpoelec, pese a su buena intención, abusan de los equipos y dan demasiada presión a la generación hidroeléctrica, puede ocurrir otro apagón; es en Corpoelec donde eso se decide”, dijo el ingeniero José Aguilar, consultor internacional, luego de confirmar reportes.
Estados más críticos
Aguilar elaboró un gráfico que ilustra la situación del país, basado en reportes ya conocidos. Destaca especialmente el estado Zulia con una indisponibilidad de 97 % de energía y que hace cinco días cumplió su tercer domingo sin generación eléctrica. En esa oportunidad, no logró arrancar ninguna de las plantas de esa entidad occidental que cuenta con 46 unidades de diferentes capacidades de megavatio.
Termozulia es la única que funciona en la actualidad con 45 de 1300 megavatios que poseía para su desarrollo. “Zulia es el estado más crítico porque tiene el mayor foco de demanda por entidad”, afirma Aguilar.
Es el que está más alejado del Guri y su generación térmica es prácticamente indisponible e intermitente en casi su totalidad. Además atraviesa un grave problema de suministro de combustible para sus plantas termoeléctricas, a pesar de ser el estado petrolero por excelencia«.
También es la entidad que ha perdido más capacidad de interconexión con el sistema interconectado nacional, especialmente para su capital, Maracaibo. “Perdió un total de 900 megavatios en 230 kilovoltios que ya no están disponibles para el Guri poder auxiliar a la ciudad», refiere el especialista. “Encima tiene dos líneas de 400 kilovoltios que cruzan el Lago de Maracaibo por la parte norte de la ciudad, las cuales están en serio deterioro por corrosión y pudieran fallar en cualquier momento. Ese cóctel de diferentes factores hacen que Zulia sea el estado más crítico”, aseveró Aguilar, quien también es zuliano.
Barinas y Monagas aparecen como los estados con gran riesgo debido a que hay más de 90 % de megavatios indisponibles. Sin embargo, Vargas junto con el Área Metropolitana de Caracas, que conforman el Distrito Capital y el estado Miranda, son particularmente inquietantes porque concentran gran parte de la población.
“Vargas solo cuenta con una de las barcazas de Tacoa y de Picure que está debilitado”, dijo. Y Miranda, entre los estados en peligro de mayor indisponibilidad, no cuenta con el combustible necesario.
Agua que no apaga
Expertos coinciden en que la crisis eléctrica en la que está sumida la mayor parte del país se debe fundamentalmente a la falta de generación termoeléctrica y a la falta de divisas. “Es lo más grave y es lo que está pasando”, insistió Aguilar.
Precisó que la situación del Complejo Hidroeléctrico del Guri, que sufrió severos daños con los apagones de marzo pasado, “no tiene que ver con esto”. De allí que el estado Bolívar, principalmente, así como Táchira y Mérida, reporten menos riesgos de oscurana por indisponibilidad, pues dependen en buena parte de la generación hidroeléctrica.
“El problema no es aquí el Guri, aunque desde marzo estamos destruyendo la infraestructura del principal complejo hidroeléctrico de Venezuela”, indicó. Los problemas de ese complejo están identificados en las áreas de generación y de transmisión. De haber sido resueltos, hubiese aliviado la crisis eléctrica.
Si durante los últimos 20 años se hubiese invertido en las plantas hidroeléctricas del Bajo Caroní, es decir, Caruachi y Macagua, además del Guri, estas hubiesen reportado ahorros al país de 425.000 barriles equivalentes de petróleo por día. Sin embargo, no se hizo.
“Lo que ocurrió es que los gobernantes, durante estos años, duplicaron la capacidad instalada de las termoeléctricas y de 7000 la llevaron a 19.000, y no aseguraron combustible para su funcionamiento”, señaló. El plan Siembra Petrolera que fue diseñado nunca fue ejecutado y Pdvsa no produce ya el combustible que se requiere para nutrir al Servicio Eléctrico Nacional, recordó.
Además, el Guri está repleto de agua. La cota del embalse se encontraba en 269,41 msnm para el primero de agosto y la máxima es de 271 msnm que se calcula se alcanzará en octubre.
La última reunión del Estado Mayor Eléctrico para “garantizar el servicio eléctrico al país”, ocurrió a principios de julio, de acuerdo con los registros. Mientras, expertos venezolanos reunidos en varios países evalúan la situación para buscar soluciones reales.