Comida de calidad no llega a la mesa de los venezolanos

La alimentación de una persona en Venezuela está cada vez más baja, debido a que con un salario mínimo no logran comprar lo suficiente para un plato balanceado de comida. Esta situación no ha cesado luego de cumplirse un año del plan de “recuperación” de la economía que anunció el gobernante Nicolás Maduro.

Por lapatilla.com
Así lo reseña 2001.com.ve





La nutricionista, Ziad Makarem Kanso, indicó que no hay calidad de alimentación, ya que desde la materia prima, el almacenamiento y distribución del mismo, no se cumple con las normas de higiene y seguridad para el consumo de los productos.

A juicio de Kanso, los venezolanos están afectados tanto física como mentalmente porque hay una escasez de alimentos de primera necesidad, no tienen calidad de consumo y dificultad monetaria para conseguirlos “esto ocasiona gran incertidumbre y descontento”.

La experta en alimentación indicó que el país volvió a las técnicas antiguas como: moler el maíz para las arepas, machacar los aliños por falta de luz, sembrar las semillas del tomate, ají o cilantro, entre otros.

Yorelys Acosta, psicóloga social, indicó que “lo más grave que le puede ocurrir a una familia es no poder cubrir sus necesidades. No solo los hace caer en la desesperación sino en buscar otras alternativas”. Afirmó que el principal motivo es la hiperinflación, escasez y falta de producción en la república.

La especialista resaltó que la sociedad no solo está “desesperada, sino que se siente deprimida y en general metida en un hueco lleno de emociones por la misma crisis. Pocos logran salir de esto porque no logran ver soluciones”.

Manuel Zapata, sociólogo, aseguró que “la mayoría de los venezolanos come una sola vez al día” y esto los afecta emocionalmente. “Pareciera que ahora la sociedad se acostumbró a no conseguir comida, pero las personas saben que el Estado falla en sus medidas porque no funcionan”, así lo manifestó Zapata, quien agregó que la persona logra conseguir alternativas “con la frente en alto” porque sabe que el problema está afuera y no dentro de él.

Gabriela Buada Blondell, defensora de los Derechos Humanos, indicó que está en el deber del venezolano exigir su derecho a una buena alimentación.

La también coordinadora general de la Fundación Caleidoscopio Humano, señaló que la muestra más clara de la mala alimentación es la pérdida de peso en los ciudadanos.

“Por tanta desnutrición las personas de sectores populares se abocaron a protestar para exigir su derecho”, acotó.

El Diario 2001 logró constatar en la calle que tanto productos como el menú ejecutivo en restaurantes son inaccesibles para el bolsillo de los trabajadores que tan solo cobran en un mes Bs 40 mil. Por ejemplo, el atún a la plancha está en 25 mil, la carne guisada en 30, un bistec se ubica entre 27 a 30 mil, el pollo a la plancha en 27 y una hamburguesa desde 40 a 50 mil bolívares.

“El sueldo no alcanza, entonces imagínate a uno le toca hacer malabares con lo que tiene porque no se puede dejar de comer”, así lo manifestó Augusto Flores, quien pidió medidas eficientes en la economía del país.

Andrea Betancourt señaló que la alimentación es de baja calidad y “no hablemos de los malos productos que trae la caja del Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap)”.

Zukey López contó que “a veces me toca acostarme sin comer para que mis hijos sí lo hagan”. Indicó que “hace lo que puede” pero no logra cumplir con lo necesario para una alimentación de calidad.
“Yo compro berenjena por carne, y eso es lo que me toca comer aunque no lo quiera. La situación es muy dificil para todos”, así lo dijo Rómulo Martínez.

María Cristina Torres expresó que cada fin de semana busca desesperadamente los productos para poder realizar un buen plato de comida, “no entiendo cómo hacen los hogares con tantos integrantes porque un sueldo no alcanza”.