Más del 95% de los educadores venezolanos viven un calvario de pobreza extrema

Foto: Empleados del Pedagógico de Caracas se sumaron a la protesta de profesores universitario / Punto de Corte

 

“La situación de los educadores venezolanos, en todos sus niveles, cada día se convierte en un verdadero calvario para su subsistencia humana, llegando a vivir en condiciones de pobreza extrema”, así lo afirmó el Prof. Orlando Alzuru Mendoza, Presidente de la Federación Venezolana de Maestros; y según una investigación, realizada por los mismos educadores respaldados por Organizaciones con reconocimiento internacional, sobre su realidad social.

Afirma el educador que “es realmente imposible que nuestro sistema educativo funcione si el gobierno no resuelve el problema estructural por el que vienen atravesando los maestros y profesores en nuestros centros educativos”. Destaca que “un educador con clasificación 1, por ejemplo, en este momento tiene un promedio salarial que oscila entre Bs. 66.590,52 y 88.781,81 mensual, dependiendo del número de horas docentes asignadas”.





Según Alzuru, si se toma en cuenta el costo de la canasta básica familiar del mes de junio de este año que se ubicó en Bs. 4.833.331,09 “un educador necesitaría 118,6 salarios mínimos para poder tener acceso a los alimentos y demás productos básicos, lo que le permitiría vivir dignamente con sus familiares. Ahora, -continúa Alzuru -, en una economía como la nuestra, la cual se dolariza cada día más, si llevamos este salario a moneda extranjera, esto significa que un educador estaría devengando un salario equivalente entre $5,5 y $7,2 mensuales, significan 0.18 y 0,24 dólares respectivamente diarios; colocándolos, a quienes tienen en sus manos la formación de nuestros hijos y el futuro de un país, en una situación de pobreza extrema de acuerdo a los parámetros utilizados por el Banco Mundial y la Organización Internacional del Trabajo”.

Es importante destacar que el Banco Mundial y la OIT, al medir y determinar la pobreza de un país, establecen que todo aquel trabajador que gane menos de 1,5 dólares diarios, tiene la calificación de pobreza extrema, a lo que el presidente de la FVM agrega que “por ello venimos planteando que los educadores deben tener un salario equivalente en bolívares a 600 dólares mensuales para equipararnos con el resto de los países latinoamericanos”.

Por otro lado, agrega Orlando Alzuru que “el salario no es el único problema que tienen los educadores venezolanos; la seguridad social brilla por su ausencia en los actuales momentos a pesar de que en nuestra Convención Colectiva vigente tenemos el derecho a tener un seguro de Hospitalización Cirugía y Maternidad, así como también un seguro funerario entre Bs. 150.000,00 y Bs. 250.000,00, para la protección nuestra y de familiares; el problema es que ninguno de los dos seguros funciona, entre otras cosas porque el proceso inflacionario los pulverizó y tanto clínicas como funerarias no los aceptan, ya que esa cantidad no cubre ni siquiera una cura primaria, con el agregado que nuestro instituto de previsión (IPASME), quien debería ocuparse de brindar previsión social a los educadores, está técnicamente en ruinas” sentenció.

Revela Alzuru Mendoza que la Federación Venezolana de Maestros (FVM), La Fundación para el Desarrollo Integral del Docente (FUDEIND) y La Fundación Hanns Seidel Stif UNG, conjuntamente realizaron, el pasado mes de julio de 2019, una investigación de cobertur nacional “sobre “EL TRABAJO DECENTE: EL CASO DEL DOCENTE VENEZOLANO”, donde pudimos constatar la realidad de nuestros trabajadores, las condiciones y dificultades que tienen para el desempeño de sus funciones”.

Al ampliar un poco más sobre esta importante y extensa investigación, el profesor Alzuru revela que “en una muestra de 700 docentes el 62% manifestó que, para poder asistir al centro de trabajo tienen que hacerlo en transporte público, vale destacar que este es un servicio que cada día se hace más ineficiente e inexistente, el 12% manifestó que tiene que caminar porque no posee los recursos económicos para tomar un transporte público, solo el 26% posee vehículo propio y de este porcentaje el 98% manifestó que los mismos están en malas condiciones”.

Según refleja el estudio realizado por estas tres organizaciones, otro de los problemas detectados es el nivel de inseguridad, donde “el 82% de los docentes, al trasladarse a su trabajo, manifestaron que han sufrido robos, agresiones y otro tipo de situaciones que han puesto en riesgo sus vidas”, reveló Alzuru.

Alzuru Mendoza también se refirió al “76% de los educadores manifestó la dificultad para conseguir dinero en efectivo, para uso diario como pagar pasaje o cualquier otro gasto como comprarse un desayuno; y manifestaron que en condiciones normales deben cancelar un promedio de 600 bolívares solo en pasaje, pero si se presentan situaciones como apagones o déficit de gasolina, deben cancelar hasta Bs 10.000,00 (casos Caracas – Valles del Tuy)”.

Revela el presidente de la Federación Venezolana de Maestros que “el 43% de los encuestados manifiestan que el trabajo docente le es incómodo y desagradable, tanto por la cantidad de situaciones difíciles que se le presentan para llegar a su centro de trabajo, como también por el constante acoso laboral del cual son objeto, por las autoridades del plantel y de los supervisores del circuito educativo”.

En cuanto a la apariencia física de los educadores encuestados, Orlando Alzuru revela que “el 96% manifestó usar ropa y zapatos viejos, ya que su última compra fue en el 2016, y hoy no tienen como comprar nueva vestimenta. Esto aunado a que no poseen los productos para lograr un correcto aseo personal; lo que lleva a que el 72% de los encuestados siente que su presencia física es regular o mala, lo cual les produce sentir vergüenza ante los demás”.

Al tocar el tema alimentación, revela Alzuru que “el 70% manifestó que su alimentación es peor que la del año pasado, además que se han visto en la necesidad de dejar de consumir algunos alimentos importantes para la dieta diaria tales como: carnes, pescado y otras proteínas, ya que su salario no les alcanza para obtenerlo” sentenció.

También revela dicha investigación que “el 77% dice ya no tener posibilidad de recreación alguna, por no poseer los recursos para ello”.
Sobre las condiciones del plantel dice el representante de la FVM que “entre el 70 y el 90 por ciento, manifestaron sentirse insatisfechos por la falta de agua, la insalubridad, deterioro y falta de pupitres, escritorios, recursos didácticos, iluminación, friso y pintura completamente deteriorados”.

Expresa Alzuru Mendoza que esta investigación demuestra “algunas de las causas por las cuales hoy tenemos una gran deserción de docentes que, al hacer un cálculo tímido, sobrepasan los 50.000 educadores en todo el país. Educadores formados y enamorados de su profesión, pero empujados por la falta de alimento, de salud, por la inseguridad, entre otras tantas razones, decidieron tomar un camino laboral distinto al educativo que les produzca económicamente lo suficiente para tener una mejor calidad de vida para ellos y sus familiares”, sentenció.

Orlando Alzuru asegura que meses atrás denunciaron “que el año escolar 2018-2019 técnicamente se había perdido, hoy lo ratificamos por cuanto de los 200 días de clases del calendario escolar, se perdieron más de 65 días. Eso corresponde a un 33% de dicho calendario, se dejó de ver una gran cantidad de contenidos programáticos que impidieron, a los alumnos, adquirir las competencias necesarias para asumir el grado, inmediatamente superior; lo que por supuesto acelera el desmejoramiento en la calidad de su educación.

Para finalizar, el Presidente de la Federación Venezolana de Maestros expresa que “esta situación nos hace ver con mucho pesimismo el próximo año escolar, por cuanto no vemos soluciones, a corto plazo, a este drama por el que está atravesando la educación venezolana. Con angustia vemos un nuevo año escolar que no puede comenzar sino se han resuelto estos problemas, de nada servirá reforma o transformación curricular alguna, como lo están planteando las autoridades educativas, sino se resuelven los problemas de quienes tendrán la responsabilidad de ejecutar y dirigir la misma; y peor será la situación, si se lleva a cabo la incorporación para este nuevo año escolar, como se viene anunciando, de personas sin ninguna formación pedagógica para sustituir el déficit de docentes en nuestros centros educativos. Están acabando con la formación y educación de los venezolanos”, sentenció.

Prof. Orlando Alzuru Mendoza
Presidente de la Federación Venezolana de Maestros