Cono, este personaje de la Iglesia Católica se convirtió en santo 500 años después de su muerte. El camino de la santidad le tomó cinco siglos pero hoy es una imagen muy querida entre quienes le dan especial poder a los sueños.
Por: Caretas
Lo curioso de esta historia es que Cono, nacido en Teggiano (Italia, siglo XII) fue hijo de padres casi ancianos, quienes habían deseado con mucha fe la gracia de un hijo.
Ambos soñaron una noche con rayos de luces que fueron interpretados como la concesión de sus deseos.
Así fue como el niño llegó a la familia. Lo bautizaron con el curioso nombre de Cono, que significa “algo perfecto”. Los sueños y varios sucesos increíbles estuvieron presentes en su corta vida.
Uno de los episodios más raros ocurrió cuando el chico, empeñado en ser aceptado en el monasterio, se escondió en un horno de pan para no ser hallado por sus padres, que ya estaban muy viejos y no querían que Cono se dedicara a la Iglesia.
El chico no se quemó en ese peligroso escondite. También quedó registrado que Cono vivió entre privaciones y sacrificios pese a que pertenecía a una familia adinerada.
Este monje benedictino solo vivió 18 años. Sus colegas de culto presenciaron el momento en que una voz del dijo: “mañana serás llamado por Dios” y el joven Cono amaneció muerto.
En América Latina, este santo tiene un nicho de adoración en Uruguay, donde cada 3 de junio se conmemora su Día. La misma iglesia ha reconocido que San Cono es considerado el patrono de los sueños.
En varios países de habla hispana, los jugadores de loterías y quinielas recurren a San Cono para conseguir ayuda para ganar y hasta existe un libro lleno de símbolos, números e interpretaciones.