La guerra… como política, por José Machillanda

El colapso del madurismo militarista, se abraza a la guerra rodeándose de la guerrilla desertora del proceso de paz y comandada por Iván Márquez pretendiendo hacer política mediante la fuerza y el empleo de la amenaza armada en el costado nor-sur occidental. Pretende equivocadamente el madurismo militarista tapar la miseria exponencial del venezolano, la depauperización social con su enorme pobreza de sociedad ahuecada y la calamidad político social que hoy ahoga al venezolano. El colapso del régimen se maximiza y profundiza como consecuencia de la creciente angustia de muchos venezolanos, más la presión internacional que aboga por el restablecimiento de la ecuación democrática, a la cual se oponen un militarismo regresivo, cobarde e inmoral, que cree igualmente como Nicolás Maduro que la guerra… puede desplazar a la política.

Por José Machillanda





La irracionalidad en unos supuestos ejercicios militares en el costado nor-sur occidental con el fin de generar distracción, diversión y posible ocupación del territorio nacional por parte de la segunda guerrilla de Marquetalia , muestra la gravedad del régimen al abandonar la política y crear un peligro inminente empleando las bocas de fuego. El régimen chavista militarizado anclado en ideas retrogradas desconoce la Constitución, orilla la Geopolítica y muestra su ignorancia total sobre el empleo y/o uso de la Estrategia en América Latina. La decisión del régimen acompañado por un acobardado e irresponsable cuerpo armado coloca a Venezuela como República, en un grave desfiladero y peligroso empleo de hombres de armas, en un supuesto ejercicio de acción militar.

El régimen está desesperado y de manera irresponsable con una maniobra de distracción intenta desviar la atención con el empleo del cuerpo armado que sirve a un interés político ideológico y proporciona a los medios de comunicación el planteamiento de una grave la preocupación de muchos Estados, por un pretendido ejercicio militar. Acción realizada por efectivos armados que pudieran efectuar “fuego real” en una tarea de adiestramiento, de mandos y fuerzas que ejemplificarían manejo de materiales de guerra para una confrontación. Pero los irresponsables de esa acción se olvidaron de dos elementos fundamentales en la guerra: la inteligencia estratégica y la logística. Elementos críticos determinantes y medulares para intentar… una guerra.

La guerra como una actividad con fines políticos requiere de la inteligencia estratégica y de combate, más logística y el cuerpo armado que ha venido funcionando como Partido Político en Armas, carece de ambas, razón por la cual la finta hasta ahora ejecutada ha servido para distraer a la opinión pública y para incrementar los medios de comunicación que dibujan ya el fracaso del régimen. Régimen que esta boqueando frente a una sociedad que no le reconoce y graves problemas que tienen que ser resuelto por la vía política a los cuales le han dado la espalda un grupo de fanáticos e irresponsables, que todavía se imaginan que pueden seguir vendiendo como sistema político al castromadurismo, desgracia y vergüenza para la historia política, económica y social con su impacto en América Latina.

La guerra es un acto tan peligroso y serio que requiere de genio, racionalidad y coraje elementos todos ausentes en este grupo de improvisados irresponsables causantes de la regresión política, económica y moral en la República en pleno siglo XXI. La desgracia de la guerra de este grupo de improvisados se le ha convertido en morisqueta y esto se verifica cuando la respuesta de los gobiernos de Colombia y América latina no es otra cosa más que la ausencia critica y desprecio de la opinión de la mayoría de venezolanos que se burlan de las fintas seudo-militares.

El régimen en su desespero, atribulado ha podido verificar que su supuesta movilización no ha provocado a nadie, lo que sí ha hecho es ratificarle al mundo y a los venezolanos que el territorio venezolano es ya asiento de la segunda Marquetalia, razones suficientemente delicadas para que se enjuicie a este régimen por parte de la comunidad internacional y para que el TIAR como pacto del Hemisferio Occidental pueda activar la Legítima Defensa Colectiva entendida como una función protectora por parte de todos los Estados del continente americano frente a la conducta demencial e irresponsable de Nicolás Maduro y Padrino López .

La Legítima Defensa Colectiva como acción de los miembros del TIAR ofrecen una función reparadora a la ciudadanía venezolana y una función protectora al 87% de los venezolanos que rechaza al régimen autocrático, militarista, primitivo, que irresponsablemente en una supuesta finta armada crea la más desesperante situación de toda una sociedad. El régimen ya habrá comprobado que no fue capaz de usar la táctica y como consecuencia no tendrá ningún logro ni objetivo e igualmente verificara que no posee la logística para lograr la provisión de los medios físicos para las fuerzas organizadas que pudieran ejercer un poder militar.

Fracasaron quienes creían que podrían emplear la guerra para hacer política. Igualmente ha verificado el Hemisferio Occidental quienes son capaces de crear violencia y riesgo por pretender mantenerse en el poder cuando son rechazados por una sociedad que anhela la democracia. La Treta del Ejercicio Militar igualmente deberá servir para que aquel sector de la oposición responsable por conducir democráticamente la República entiendan que están obligados e impuestos por la historia, por la sociedad y por el bien de la República a operar como una masa crítica y a orientar por la vía de la Transición Política un país que ya se encuentra en condición de desespero. Desespero que a lo mejor se fundamenta en un -régimen que cree con la guerra se puede hacer política- y unos operadores políticos responsables por la democracia que no han entendido lo que es la democracia.

La finta de la supuesta guerra del régimen extrema ,que afecta el Ambiente Político Real Violento a Venezuela y en especial a quienes sufren una sociedad ahuecada y una calamidad político social: la ciudadanía. El régimen ya no tiene ninguna posibilidad distinta que la de entregar el poder político que no le corresponde porque hace tiempo perdió la legitimidad de origen y despues de esta acción dolosa y primitiva, pudiera tener una situación política regional comprometida ya que le TIAR muestra como respuesta la posibilidad de una Legítima Defensa Colectiva con una función reparadora, es decir, la vuelta la democracia.

Es original,
Dr. José Machillanda
Director de CEPPRO
@JMachillandaP
Caracas, 13 de septiembre de 2019