La “Emperatriz de los Ántrax” pasó sus últimos minutos de vida consumiendo alcohol y drogas

La “Emperatriz de los Ántrax” pasó sus últimos minutos de vida consumiendo alcohol y drogas

Claudia Ochoa Félix negó en 2014 que las fotos que circulaban en redes sociales fueran suyas (Foto: Cuartoscuro)

 

La muerte de Claudia Berenice Ochoa Félix, conocida como la emperatriz de la célula delictiva de los Ántrax, se debió a una asfixia por broncoaspiración, producto de la ingesta de bebidas alcohólicas y otras sustancias, confirmó la Fiscalía del Estado de Sinaloa.

Juan José Ríos Estavillo, fiscal general del estado, señaló que de acuerdo con los estudios que le fueron practicados al cadáver, queda descartado que la mujer haya muerto luego de algún ataque violento, por lo que el cuerpo ya fue entregado a su familia para que pueda ser sepultado.





Ochoa Félix, de 35 años de edad, falleció el sábado en su casa, en el conjunto habitacional Isla Musa, en Culiacán, mientras estaba en compañía de un hombre. Durante años fue ligada a los Ántrax, una de los brazos armados del Cártel de Sinaloa.

La mujer estudio enfermería y nació en una familia de clase media (Foto: archivo)
La mujer estudio enfermería y nació en una familia de clase media (Foto: archivo)

 

Ríos Estavillo dio a conocer que el hombre que la acompañaba proporcionó información detallada sobre el lugar donde convivieron y lo que consumieron, pero se negó a proporcionar más detalles sobre las sustancias que habrían matado a Ochoa Félix.

A pesar de que a Claudia se le había ligado con el grupo armado y con su líder, conocido como “El Chino Ántrax”, el fiscal de Sinaloa explicó que la joven no contaba con antecedentes penales en el estado.

Su muerte conmocionó a una parte de la sociedad sinaloense que a través de las redes sociales le ha dado el último adiós.

Ochoa Félix nació en 1987, se hizo famosa en 2013 luego que se difundieran en redes sociales fotografías suyas en las que aparece portando armas de fuego, en vehículos y residencias de lujo e incluso de viajes en el extranjero. Entonces se le atribuyó ser la “Emperatriz de los Ántrax”, del que se aseguraba que se había hecho cargo luego de la caída del líder de este grupo, José Rodrigo Aréchiga Gamboa “El Chino Ántrax”.

Luego de meses de rumores, en junio de 2014 y en compañía de su hermano y sus tres hijos, Ochoa Félix leyó ante la prensa un documento en el que señalaba que era víctima de calumnias y difamaciones que lo ponían en peligro.

Entonces, aseguró tener estudios en enfermería, negó tener vínculos con grupos delictivos y también señaló que no era la mujer que aparecía en las fotografías por lo que presentaría demandas judiciales contra los medios de comunicación que la habían señalado por ser la “Emperatriz de los Ántrax”.
“Se me menciona como una de las mujeres más poderosas del narcotráfico y se exhiben fotos en las que ni siquiera soy yo… Estas cuentas de Facebook y de Twitter en las que me hacen referencia, no son mías, yo no las abrí”, explicó entonces.

Claudia Berenice Ochoa Félix durante su breve encuentro con la prensa hace cinco años (Foto: archivo)
Claudia Berenice Ochoa Félix durante su breve encuentro con la prensa hace cinco años (Foto: archivo)

 

A inicios de enero del 2014 fue detenido en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam, procedente de un vuelo de Sudamérica, José Rodrigo Aréchiga Gamboa.

Fue entregado meses después al Gobierno de los Estados Unidos, en donde en el mes de mayo del 2015, en una corte de San Diego, California, se declaró culpable del delito de tráfico de drogas.

“El Chino Ántrax”, era asiduo a las redes sociales, principalmente a Instagram, donde publicaba fotos de sus lujos y excesos además de presuntamente rifar autos, celulares y gafas de diseñador a cambio de seguidores.

El rastreo de su cuenta de Instagram permitió a las autoridades estadounidenses coordinarse con sus similares europeas para notificarles sobre la llegada de Aréchiga.

Cuando llegó a Holanda, la policía ya lo estaba esperando para detenerlo. Meses después, en julio de 2014 fue extraditado a Estados Unidos, donde se le buscaba, por tráfico de cocaína y marihuana gracias a la colaboración de pandillas como Los Nitro, en el sur de California.

Actualmente enfrenta una pena de 10 años de cárcel. Nunca se le fincaron cargos en México.