El Tribunal Supremo de Justicia vuelve a vulnerar con creces la Autonomía Universitaria, esa que costó vidas en los años 60 cuándo los gobiernos de turno invadieron el recinto sagrado de la Universidad, pero hoy no utilizan armas, hoy es peor, utilizan la ley para violentar e imponer el criterio de un régimen que abusa descaradamente del poder para imponer sus nefastas ideas.
La Universidad es autónoma y eso debe pasar por un estricto criterio de orden social que determina la legalidad de los procesos, y es que, hoy más que nunca existe una asfixia de todo tipo, persecución a las autoridades, acorralamiento financiero e invasión de los espacios propios de la academia, la investigación y todo lo relacionado con el arte de aportar al país el capital humano capaz de asegurar el desarrollo sostenido de la nación.
Debido a la misma naturaleza autonómica de la Universidad es imprescindible contribuir doctrinariamente, por lo cuál es necesario mostrar nuestra solidaridad con las Universidades que hoy están amenazadas.
Luego de analizar todos los elementos se concluye que tal sentencia fue ordenada por quienes conforman el Poder Ejecutivo. Queda muy claro el empeño de un régimen en querer meterle la mano al único espacio que queda libre e independiente. Que se tenga que hacer o no elecciones generales, es lo que se busca, pero con un reglamento elaborado por la misma Universidad en términos de lo dispuesto en el artículo 109 Constitucional.
En todo caso el hecho de ser Universidades Autónomas le da la responsabilidad de sus acciones, que hayan hecho o no elecciones, eso será un juicio moral que tendrán los rectores, pero el cómo hacerse lo determina la misma Universidad, con sus propios criterios y sus valoraciones y mal puede un gobierno que la asfixia venir a imponer sus ideas por el simple hecho de que son un poder que lo puede todo.
@Griseldareyesq