Emilio Nouel: ¿Un impeachment para Trump?

Emilio Nouel: ¿Un impeachment para Trump?

En todos estos años de su mandato estuvo siempre gravitando en el ambiente la posibilidad de un impeachment contra el presidente Trump. Recordemos el oscuro caso de la intromisión de los rusos en las elecciones norteamericanas que él ganó.

Sin embargo, él pudo sortear esos intentos, al no haber, para los que hacían las valoraciones de las evidencias presentadas, suficiente sustento y apoyo en el parlamento estadounidense, que impulsara la concreción de tal juicio político.  

Por otro lado, Trump se mantenía en lo más alto de su popularidad, lo cual lo hacía hasta cierto punto, “inmune” a una decisión de esa naturaleza.  





Pero hoy pareciera que ha tomado fuerza de nuevo ese planteamiento, sobre todo, a raíz de conocerse unos hechos considerados no compatibles con la dignidad del cargo de presidente. 

Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de representantes de EE.UU, ha abierto una investigación previa necesaria para determinar si se destituye o no a Trump con base en aquella opinón.

Lo que desencadenó esta medida es la divulgación de una conversación telefónica de Trump con el presidente ucraniano, V. Zelenski,  en la que aquel solicitaba se investigara al hijo de Joe Biden, todo con el propósito de perjudicar la campaña de éste precandidato demócrata. 

Quedó claro que Trump hace tal pedimento a Zelenski, como un “favor”, y veladamente,  le asoma una suerte de “retribución” para ese país.

El señor Trump no ha hecho más que sorprendernos todos estos años con su particular manera de gobernar, desplantes, sus idas y venidas, y sobre todo, su conducta en el ámbito internacional. 

En esta área, por cierto, el analista Hal Brands, en Foreign Affairs, ha resumido muy bien, a mi juicio, la performance trumpiana: temerarias acciones, malos acuerdos y peligrosas provocaciones.

A lo interior de EEUU, esos rasgos se ven igualmente reflejados ante diversas situaciones.

Para los demócratas, la conversación de Trump con Zelenski constituye un acto de traición, una utilización del poder, no para la seguridad de EE.UU sino para dañar a Biden y apuntalar su propia elección; para los republicanos, no habría concretado ninguna recompensa por parte del presidente norteamericano. 

De todos modos, los legisladores que pudieron examinar la denuncia sobre tales hechos, la califican de muy perturbadora y bastante creíble.

Biden, por su parte, dice: “Es una tragedia para este país que nuestro presidente ponga la política personal por encima de su juramento sagrado. Ha puesto sus propios intereses políticos sobre nuestro interés de seguridad nacional (…) Es una afrenta para todos los estadounidenses y los valores fundacionales de nuestro país. Este no es un problema republicano o un problema demócrata”.

Lo más probable es que todo este grave embrollo no lleve a la defenestración de Trump. Este tiene una mayoría en el senado que la impediría. 

No obstante, puede hacer mella en el apoyo que pueda tener en las venideras elecciones presidenciales. 

A pesar de los pesares, los venezolanos debemos reconocer la solidaridad mostrada por el gobierno de Trump en la lucha contra la tiranía chavista. Su apoyo a los partidos y dirigentes democráticos perseguidos ha sido manifiesto.

De allí que también los venezolanos tengamos que ver con mucha atención el desarrollo de los acontecimientos políticos al interior de EE.UU, particularmente, los hechos que hemos comentado, aunque la política norteamericana respecto de la situación venezolana es compartida por demócratas y republicanos de manera conjunta.