Nuevamente la tensión entre el régimen venezolano y el gobierno de Colombia se ha intensificado, esto tras las muy fuertes y marcadas diferencias ideológicas que ha representado el presidente Iván Duque contra el líder chavista Nicolás Maduro.
lapatilla.com/ Roy Andazol
Por ende, muchas son las especulaciones en este sentido, teniendo como punta de lanza intensiones belicistas que se asoman con carácter de preocupación en los pasajes fronterizos por los que transcurren miles de ciudadanos diariamente.
Acusaciones de un lado y otro van y vienen, pero ha sido desde Venezuela en la cual se ha dado el primer paso de un despliegue militar en estas zonas, utilizando como pretexto una “Operación Estratégica” que busca combatir a los grupos guerrilleros.
Según el propio Maduro este tipo de acciones responden a la provocación causada desde Colombia, que mantiene un llamado “falso positivo” que conllevaría bajo la tutela de los Estados Unidos un ingreso a territorio venezolano.
Duque ha sido muy eufórico al respecto, deslindándose de tales acusaciones y llamando a sus fuerzas militares a permanecer con tranquilidad, mientras su postura sobre el país vecino se mantiene igual con un apoyo contundente a Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela reconocido por más de 60 países del mundo.
“Que ahora no salgan con bravuconadas a hablar de misiles en la zona de frontera, más bien en lugar de gastarse esa plata en misiles, que proteja al pueblo venezolano y le dé comida”, dijo el mandatario neogranadido a periodistas en la ciudad de Barranquilla.
El día que Chávez retó a Colombia
Para el dos de marzo de 2008 un hecho similar se registró entre las naciones hermanas, fue propiciado por el mismísimo presidente Hugo Chávez (1999-2013), quien ordenó el cierre de la frontera en Bogotá, así como movilizar 10 batallones, tanques y aviones a la frontera, esto en una respuesta al ataque del Ejército colombiano a un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Por supuesto este gesto del mandatario venezolano movió las fibras de toda la región, que atentos a los acontecimientos buscaban apaciguar las aguas entre Chávez y el entonces presidente Álvaro Uribe poco temeroso ante estas amenazas.
Chávez, con su verborrea habitual manifestó “envíe 10 batallones a la frontera con Colombia de inmediato”, para dar una muestra de apoyo al presidente ecuatoriano Rafael Correa involucrado en el himpase.
Para entonces, Estados Unidos también mantuvo su apoyo a Colombia, y de hecho facilitó datos estratégicos para mantener la compostura necesaria ante un escenario armado. Chávez quiso desviar todo y por supuesto quedó en la nada.