Las relaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos, que anunció el miércoles nuevas sanciones aduaneras punitivas tras la luz verde de la OMC, están marcadas por la tensión desde hace un año y medio.
-Trump amenaza, la UE responde-
En marzo de 2018, Donald Trump, que quiere reducir el déficit comercial estadounidense, anuncia la introducción de fuertes aranceles, un 25% sobre las importaciones de acero y un 10% sobre las de aluminio.
La Comisión Europea identifica los productos estadounidenses que pueden seguir la misma suerte como represalia: pantalones vaquero, bourbon, zumo de naranja, tabaco y motocicletas Harley Davidson. En vísperas de su aplicación, el presidente estadounidense suspende la medida hasta el 1 de mayo para varios países, incluida la UE.
-La UE remite el asunto a la OMC-
El 16 de abril, la UE recurre a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La Comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmstrom, reclama “una exención definitiva e incondicional” y se declara abierta a las negociaciones.
El 1 de mayo, Washington prorroga por un mes la exención provisional de gravámenes para Canadá, México y la UE, que deplora una incertidumbre prolongada.
-Nuevos frentes de acción-
El 18 de mayo, Europa informó a la OMC que estaba estudiando medidas de represalia contra productos estadounidenses por el caso de los aranceles estadounidenses sobre el acero y el aluminio.
El 23, Washington también contempla agravar aranceles en el sector del automóvil exasperando a la UE y a los industriales.
-Fin de las exenciones-
El 1 de junio, Washington pone fin a las exenciones sobre el acero y el aluminio.
Varios países, entre ellos la UE denuncian este hecho ante la OMC. El 22 de junio se aplican las medidas de represalia europeas.
Donald Trump amenaza con un arancel del 20% sobre los automóviles importados europeos.
Pocos días después, Harley Davidson anunció la deslocalización parcial de su producción para evitar las tarifas aduaneras europeas.
General Motors advierte que podría eliminar puestos de trabajo y aumentar sus precios debido a los derechos de aduana que Washington está considerando. En noviembre, el grupo anunciará miles de supresiones de puestos de trabajo para ser más competitivo.
-Tregua-
El 25 de julio, Donald Trump y el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, se esfuerzan por desactivar la crisis, anunciando decisiones en los ámbitos de la agricultura, la industria y la energía cuyo alcance está por confirmar.
El 18 de enero de 2019, la UE desvela sus planes para evitar una guerra sobre los derechos de aduana, excluyendo el expediente hipersensible de la agricultura.
El 29, aprobó la importación de soja estadounidense para la fabricación de biocombustible.
-Aumento de la tensión-
El 18 de febrero, Bruselas se compromete a responder si es necesario tras la presentación de un informe estadounidense que pueda desencadenar un recargo para los automóviles importados.
El 8 de abril, Washington amenazó con aumentar los derechos de aduana sobre productos europeos, incluido Airbus, en represalia por los préstamos públicos reembolsables recibidos por el fabricante.
-Negociaciones-
El 15 de abril, la UE aprueba la apertura de negociaciones comerciales con Washington, a pesar de la oposición francesa.
El 17, la UE desvela una lista de bienes estadounidenses que pueden gravarse hasta 12.000 millones de dólares, desde ketchup hasta piezas de automóviles, como “contramedidas” a las subvenciones estadounidenses a Boeing.
-Respiro para el automóvil-
El 17 de mayo, Donald Trump concede hasta seis meses de pausa antes de decidir sobre posibles derechos de aduana adicionales en los automóviles.
La UE se declara dispuesta a negociar “un acuerdo comercial limitado que incluya a los automóviles”, pero la Comisaria Europea de Comercio constata unos días más tarde que Bruselas y Washington necesitan más tiempo para iniciar las negociaciones.
-Preocupación por el vino-
El 10 de junio, Donald Trump sugiere que podría gravar aún más el vino francés.
El 2 de julio, Washington anunció el inicio de consultas para imponer a la UE nuevos aranceles, en particular sobre quesos y whiskies, en represalia por lo que el gobierno estadounidense considera que son subvenciones abusivas a los constructores aéreos.
Ese mismo mes, Europa prepara una lista de bienes estadounidenses por un importe de 35.000 millones de euros, que pueden gravarse en caso de nuevas tarifas aduaneras estadounidenses sobre los automóviles.
-Sanciones de Estados Unidos-
El 2 de octubre, Washington anuncia aranceles punitivos a partir del 18 de octubre a productos europeos por valor de 7.500 millones de dólares, después de que la OMC autorizara sanciones, en el marco del conflicto sobre las subvenciones europeas en Airbus. La UE tiene previsto replicar.