Universidades autónomas agonizan en Venezuela

Universidades autónomas agonizan en Venezuela

Todo un reto para los estudiantes, docentes y obreros universitarios mantener de pie las casas de estudios sin presupuesto. Las universidades autónomas de Lara están llenas de olvido y sin dinero para levantarlas.

Por María B. Jordán | LA PRENSA de Lara





Transportes averiados, comedores vacíos, fallas en los servicios públicos y deterioro en las infraestructuras, son algunos de los problemas que enfrentan. Las universidades Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), la Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) y la Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo), están marcadas por la desidia en la que han sido sumergidas.

Desde el 2007 la UPEL no recibe ni un bolívar en las partidas presupuestarias, “lo que llega solo es para cancelar sueldos y salarios de los trabajadores”, acotó Blanca Terán, presidenta de la Asociación de Profesores de la UPEL, detallando que eso trae como consecuencia el abandono total de las plantas físicas.

Las autoridades de las universidades en Lara no manejan ni siquiera el presupuesto, pues solo están para solicitarlo a través de maquetas y la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) se encarga de aprobar y enviar el dinero para que las universidades sirvan de pagadoras, “pero no envían nada adicional para pago de servicios” comentó Terán.

La profesora explicó que las “migajas” que reciben no da ni siquiera para comprar un coleto “por eso todo esta por el piso” asegurando que prácticamente la universidad ha retrocedido unos cuantos años “porque lo único valioso que tienen los profesores es su voz, su conocimiento y la manera de gerenciar”, comentó Terán.

En las extensiones de terreno de la UPEL, la Unexpo y en los ocho decanatos de la UCLA lo que se puede notar a simple vista el monte y el deterioro de las infraestructuras, hasta el punto que los laboratorios están sumergidos en el monte y la suciedad.

Sin servicios

En lo que va de año, la UCLA no ha recibido presupuesto, ni mucho menos comida para activar el comedor, lo mismo sucede con las demás casas de estudios “y eso hace falta porque los estudiantes de zonas foráneas se ayudaban con eso”, comentó Simón Urbina, miembro de la Federación de Centros de Estudiantes (FCU) de la UCLA, detallando que el transporte solo funcionó en enero y febrero, con autogestión realizada por los mismos estudiantes.

El dirigente estudiantil comento que el gobierno pretende presupuestar cada bandeja de comida en 60 bolívares, que no alcanza para comprar cada. Son aproximadamente 6000 estudiantes entre todos los decanatos quienes están perdieron las carreras por no tener “la papa”.

Fátima Do Santos, miembro de la Unexpo comentó que los mismos trabajadores de la universidad se la están viendo feas, porque no cuentan ni siquiera con impresoras para trabajar. “Los estudiantes tienen que llevar las hojas para que les saquen las notas o cualquier otro documento que necesiten”, asegurando que de toda la universidad solo hay dos computadoras en el rectorado “pero en el vicerrectorado no hay ni impresora”.

Los laboratorios de computación existen, pero están deshabilitados, pues nunca le han realizado una actualización y los equipos son obsoletos. En el caso de la UCLA, los docentes tienen que enviar sus trabajos y los jóvenes tratar de hacerlos en sus casas.

Robos y hurtos

Cada día se hace más frecuente que hampones “visiten” las casas de estudio. Los choros se han encargado de desvalijarlas y dejarlos sin nada.

En el periodo de vacaciones de septiembre, en la UPEL, hubo tres hurtos en los laboratorios de electricidad, llevándose materiales y herramientas irrecuperables. En la Unexpo también ingresaron y destrozaron la biblioteca “se llevaron algunos libros y dañaron los extintores” comentó Fátima Do Santos, asegurando que por esa razón decidieron crean un horario de contingencia, en la tarde no darán clases, “porque no hay vigilantes”.