Jorge Orellano: El régimen se vale de la criminalización de la libertad de cátedra para pisotear a la Universidad

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A juicio del profesor del postgrado en Ciencia Política de la Universidad Simón Bolívar, Jorge Orellano, los regímenes totalitarios nunca aceptarán el libre pensamiento, ni nada que conlleve la disminución de su cuota de poder. Por tanto, siempre van a pretender silenciar a la disidencia o cercenar el ámbito de libertad de los ciudadanos o instituciones, para lo cual se sirven de la censura, de la criminalización de las voces críticas o de la descalificación y persecución, que es parte de la lógica de la política del terror.

“Venezuela es escenario de esta nefasta práctica; el país padece un régimen totalitario, criminal, corrupto, que arruina sin piedad a la nación y a su futuro, y pretende imponer un silencio cómplice. Por eso su afán por entorpecer la labor del análisis crítico que se desarrolla en las academias sobre problemas como el desmantelamiento de la institucionalidad del país y del fracaso al que conducen equívocos conceptuales sobre la realidad”, sostuvo.





El profesor Orellano fue uno de los ponentes hostigados por la maquinaria comunicacional con motivo del cine foro sobre el documental “El chavismo: la peste del siglo XXI”, que se pretendió llevar a cabo en la Universidad Simón Bolívar y el cual fue suspendido por una medida cautelar dictada por el Tribunal Trigésimo Sexto de Primera Instancia Estadal en lo penal en función de control del circuito judicial penal de la circunscripción judicial del Área Metropolitana de Caracas.

En opinión de Orellano, “el régimen totalitario que aún persiste en Venezuela ha encontrado a una nación que se resiste al arrebato de sus libertades, al arrebato de sus derechos fundamentales, y por eso la crítica basada en la evaluación ciudadana que exige una democracia real, donde impere la ley y la justicia; una nación que le exige a la dirigencia política un mínimo de decencia y templanza para empezar la recuperación del país”.

Sobre la suspensión arbitraria de la actividad académica dirigida a los estudiantes de la USB y público en general, el profesor Orellano puntualizó que su trabajo es eminentemente académico, de investigación y formación.

“Invitamos y promovemos el análisis y reflexión racional sobre problemas que afectan a la nación venezolana, a comprender su naturaleza y a buscar soluciones viables, sin que esto implique una renuncia al respeto y la decencia; sumamos esfuerzos para la recuperación del orden republicano y del bienestar. Nada de esto está reñido con la legalidad y razón de ser de las universidades en el país; no podemos condenar al ocio a principios legales e institucionales como la autonomía universitaria y la libertad de cátedra, consagradas en la Constitución y la ley vigentes”, agregó.

“El trabajo académico puede generar escándalos; no otra cosa puede esperarse de una lógica racional, propia del conocimiento científico que define a la academia, que se contrapone a la vulgata que pretende imponer la ambición de poder. Pero somos responsables y asumimos el reto de mantener viva la academia y la crítica racional como expresión de la aspiración por un mejor país”, finalizó Orellano.

Nota de prensa