¿Con qué frecuencia te lavas la cara? El dermatólogo Dr. Terrence Keeni asegura que dos veces es suficiente para un estado normal: En la mañana y en la noche.
Por FB
Traducción libre por lapatilla.com
Pero, en general, los expertos afirman que la cantidad de lavado depende completamente del tipo de piel. Si tiene la piel grasa, debe lavarse la cara por la mañana y por la noche. Si es seca, una limpieza única por la noche será suficiente. Los dermatólogos advierten que lavarse con demasiada frecuencia puede provocar irritación y deshidratación de la piel.
Comprueba por ti mismo
Entonces, Carolynn Lippo, una joven que decidió hacer un experimento y se negó a lavarse la cara durante una semana. Su cuidado diario de la piel no era demasiado complicado.
Simplemente no te laves la cara y no la limpies. Es cierto que algunas personas prefieren rociarse la cara con agua o lavarse la cara sin jabón. Pero Carolynn eligió la versión original, excluyendo cualquier contacto con el agua. Antes del experimento, la piel de la niña estaba en buenas condiciones.
Primer día
Al principio fue difícil reajustar. Por la mañana, las manos automáticamente buscaban limpiadores. Hacía bastante calor durante el día y la cara ganó un brillo grasiento. Al final del día hubo una ligera molestia.
Días dos y tres
Por la mañana, el reflejo en el espejo no le gustó. La frente y la nariz estaban grasosas. Tuve que caminar todo el día con la cara grasienta, pero los que me rodeaban no me prestaron mucha atención. Al tercer día, la situación siguió siendo la misma.
Días cuatro y cinco
Al cuarto día, ocurrió un milagro: la piel ya mostraba un brillo menos grasiento. Quizás la cara se limpió con la funda de la almohada. Los días quinto y sexto no fueron tan catastróficos. Sin embargo, algunos pequeños granos comenzaron a aparecer en la cara.
Sexto día
Al sexto día, una pequeña erupción se hizo más notable. Y la cara en sí misma se volvió opaca, sucia. El acné comenzó a aparecer alrededor de la nariz y la boca. No eran particularmente notables, pero su apariencia no podía ser ignorada.
Carolynn pensó que era un largo camino: erupciones blanquecinas como resultado de un exceso de queratina. Para no contaminar aún más su rostro, la niña dejó de tocarlo con las manos. Y la piel misma se volvió tan desagradable al tacto que no quería ni tocarla.
Séptimo día
Carolynn, pudo respirar aliviada…Para celebrar el final del experimento, finalmente decidió maquillarse. Solo en los ojos, pero el maquillaje falló. El delineador de ojos y la sombra de ojos no se quedaban en la piel por la cantidad de grasa.
Carolynn tiene un lindo Labrador llamado Hobbs pero en el momento del experimento tuvo que mantenerse alejada de Hobbs para no ensuciarse más. También fue extremadamente difícil bañarse para que no le cayera agua en la cara. Carolynn no quería lavarse el cabello, pero abandonó la idea. “Tuve que esquivar para no mojarme la cara”, recuerda Carolynn.
Aunque al séptimo día, Carolynn parecía haber bañado su rostro en aceite, estaba satisfecha con el resultado.
Cuando Carolynn se lavó la cara por primera vez después de que terminó el experimento, notó que su piel no estaba tan inflamada y cree que fue su negativa a lavarse lo que tuvo un efecto calmante en su piel.
Carolynn llegó a la conclución que no es el métodos más ideal para la cara. Pero cree que si una persona tiene buena piel por naturaleza, ocasionalmente puede negarse a lavarse. Si la piel es problemática, con erupciones y puntos negros, el cuidado adecuado es indispensable.