Los 4 principios básicos  que siguen las personas más afortunadas, según la ciencia

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Algunas personas tienen suerte más alta que el promedio. Pero… ¿Cual es el secreto? ¿Nacieron bajo una estrella afortunada? ¿Los dioses sonríen solo a los elegidos? Los científicos no lo creen.

Por Cluber
Traducción libre por lapatilla.com





Richard Wiseman, un conocido psicólogo y profesor de la Universidad de Hertfordshire e en su explicó en su libro más vendido, The Luck Factor, Wiseman por qué algunas personas tienen suerte y otras no.

Las personas exitosas no cuentan con una varita mágica de un buen hada. Cada uno de nosotros es capaz de traer más suerte.

Wiseman destacó cuáles son los principios básicos de crear buena suerte y ser significativamente más exitosos:

“Aunque las personas desafortunadas casi nunca se dan cuenta de la causa exactamente su suerte o mala suerte, de hecho, la suerte depende directamente de nuestros propios pensamientos y comportamiento”, escribe Wiseman.

Los cuatro principios básicos una persona afortunada:

– Son capaces de notar las oportunidades disponibles y crearlas cuando sea posible.
– Toman buenas decisiones, guiados por su intuición.
– Sintonizan con lo positivo y crean profecías autocumplidas.
– Son filosóficos sobre los problemas, lo que le permite beneficiarse de ellos.
Además, el trabajo de Wiseman demostró que para conseguir la felicidad hay que prestar atención a actitudes también:

– Los afortunados no pierden la oportunidad de hablar.- No tienen miedo de conocer gente nueva porque: Personas nuevas siempre son nuevas oportunidades y las nuevas oportunidades son buenas.

Wiseman recuerda a un participante en el experimento que decidió que debería romper el hábito de comunicarse con las mismas personas en fiestas, reuniones y más.

Después de tomar la decisión, reflexionó que antes de ir al evento, escogía un determinado color y hablaría solo con las personas vestidas de ese color.

Las personas afortunadas, como regla, son extrovertidas, disfrutan de comunicarse con otros y establecen nuevas relaciones, no limitan su círculo social solo a las personas que conocen.

Los suertudos ven oportunidades donde otros no

Para descubrir esta habilidad en personas afortunadas, Wiseman realizó un experimento muy simple y divertido. Pidió a los participantes que hojearan el periódico y descubrieran cuántas fotografías estaban impresas en él.
Era una tarea simple y aburrida que, a primera vista, “no tenía nada que ver con la suerte”.

A las personas desafortunadas les tomó cerca de dos minutos calcular el total de las fotos, mienstras que las personas más afortunadas lograron en dos segundos.

¿Por qué?

En la segunda página del periódico se leía el mensaje: Deja de contar. Hay 43 fotos en este periódico.
Este mensaje ocupaba media página y en letras grandes. Era imposible no notarlo, pero un grupo simplemente no lo vio y otro lo notó de inmediato

Pero eso no era todo.

Para hacer el experimento aún más interesante a mitad del periódico se publicó otro gran mensaje que decía: Deja de contar, dile al experimentador que viste este mensaje y obtén 250 dólares.
Y nuevamente, nadie en el grupo de personas desafortunadas lo notó, porque estaban demasiado ocupados contando las fotos.

Los afortunados practican el “pensamiento contrafactual”

El pensamiento contrafactual es pensar que se va en contra de los hechos. Los psicólogos a menudo usan este término para explicar la capacidad para analizar lo que podría suceder en lugar de lo que sucedió.

Así las afortunadas interpretan los problemas para buscar el desenlace resulte en su suerte.

En un experimento psicológico, Wiseman le pidió a los sujetos que imaginaran en una situaciones descritas por él como “resultar heridos durante un robo a un banco” y observaron su reacción.

¿Cómo crees que las personas afortunadas y desafortunadas reaccionan ante tal evento? Esto es lo que dice el investigador:

Como regla general, las personas desafortunadas dijeron que: pensarían que tienen muy mala suerte, porque estaban en el banco durante el robo. Mientras que los suertudos creía habrían escapado simplemente con una herida, se considerarían afortunadas, porque la alternativa podría ser peor.

“Podrían haberme matado”, comentó un participante de un grupo de personas afortunadas.