Irán apuesta por sus productos petroquímicos y derivados ante las sanciones

Irán apuesta por sus productos petroquímicos y derivados ante las sanciones

Foto Archivo

 

Irán ha apostado por desarrollar los productos petroquímicos y derivados para afrontar las sanciones al petróleo impuestas hace un año por Estados Unidos, explica a Efe Reza Padidar, alto cargo en varios organismos del sector energético iraní.

“La cantidad de nuestros productos petroquímicos actualmente es de 56 o 57 millones de toneladas al año y estamos ampliando a 65 millones para el próximo año”, aseguró el presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Comercio de Teherán y vicepresidente de la Federación de la Industria del Petróleo de Irán.

Padidar adelantó en una entrevista en su despacho de Teherán que la idea es llegar “en los próximos tres años a entre 80 y 100 millones de toneladas” de productos petroquímicos, una forma de diversificar la economía, muy afectada por las sanciones de EEUU.

EEUU impuso sanciones al petróleo iraní en noviembre del año pasado, tras retirarse unilateralmente del acuerdo nuclear de 2015, con la intención de reducir sus exportaciones a cero y, aunque este objetivo no se ha logrado, es cierto que las ventas se han reducido drásticamente.

Las cifras de exportaciones y los destinatarios se mantienen “en secreto”, confirmó a Efe el presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Comercio de Teherán, quien consideró que es algo lógico debido a las sanciones para “evitar problemas a los compradores”.

Las exportaciones de Irán alcanzaron antes de las sanciones una media de 2,5 millones de barriles de petróleo al día y, según estimaciones no oficiales, en la actualidad se han reducido a unos 400.000 barriles, debido asimismo a que en abril pasado EEUU canceló las exenciones a la compra de crudo iraní otorgadas a ocho países.

Por ello, las autoridades iraníes están haciendo especial hincapié en el sector petroquímico, que está produciendo unos 37 o 38 tipos de materia prima petroquímica, según los datos de Padidar, aunque también hay restricciones.

“Las compañías de petroquímica del sector privado reciben dinero en la venta de pequeños cargos pero con los grandes el intercambio se hace mediante trueque”, detalló el responsable, quien apuntó con resignación que en vez de dinero se recibe materia primera o equipamientos, entre otros.

Se está trabajando también en los productos derivados del petróleo como la gasolina, el diésel o el mazut, para reflotar una economía que, según el Fondo Monetario Internacional, se va a contraer este año un 9,5 %.

“Hemos ampliado nuestras refinerías, tanto para el crudo como para el gas natural, con el objetivo de poder convertirlos en productos de valor añadido”, subrayó Padidar, quien también es miembro de la Comisión de Energía del Parlamento iraní, en representación del sector privado.

En la bolsa de energía se están colocando más de 25 millones de litros de gasolina y entre 40 y 50 millones de litros de diésel diarios, un negocio realizado por el sector privado iraní y solo para los países vecinos.

“Nuestra capacidad de exportación de los productos petroquímicos y derivados a los países vecinos y a la Comunidad de Estados Independientes (CIS) puede al menos suministrar más del 50 por ciento de los ingresos de divisa que tenía para nosotros el crudo”, aseveró.

Los países vecinos como Irak, Afganistán, Armenia y Turquía importan también electricidad o están interesados en hacerlo, lo que abre otra oportunidad de negocio.

El vicepresidente de la Federación de la Industria del Petróleo de Irán afirmó que todo esto puede reducir en los próximos años a cero la dependencia del petróleo y alcanzar unos ingresos de hasta 80.000 millones de dólares anuales, superiores a los que se obtenía con el crudo.

“Estas son las medidas más importantes que se están llevando a cabo: no exportar la materia prima, sino convertirla en productos intermedios o finales”, agregó.

Evidentemente, Irán sigue exportando petróleo de modo opaco, mediante el trueque y el pago en divisas nacionales, ya que, como indicó Padidar, las sanciones “no pueden reducir a cero estos intercambios, porque el contrabando siempre ha existido”.

No obstante, el responsable reconoció que “se ha reducido intensamente la cantidad de la exportación de crudo” y que esto ha afectado a la economía, que todavía “depende en una importante medida de la venta del petróleo”.

Con todo, se mostró relativamente optimista,,porque mediante “las consultas con los países vecinos y el trueque de mercancías por derivados del petróleo, en los últimos meses nuevamente se ha creado esa oportunidad para que Irán pueda impulsar su economía y acceder a ganancias petroleras”. EFE

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