Hiperinflación acabó hasta con el brindis de Navidad

Referencial. Una venta de licores en Caracas (foto Luis Morillo)

 

Por tradición el venezolano acostumbra brindar en Noche Buena o Año Nuevo con la bebida de su preferencia o la que su bolsillo le permita.

Por Zulay Camacaro / 2001





La hiperinflación ha transformado los hábitos decembrinos al punto que los usuarios compran otro tipo de bebidas o en menor cantidad a las que habitualmente llevaban.

En un recorrido por algunas licorerías de la ciudad se pudo conocer el precio de los licores y la intención de compra de algunos consumidores.

Un empleado de la licorería Puerto Escondido en El Silencio quien reservó su identidad, señaló que “las ventas han bajado 50% con respecto al año pasado por esta misma época”.

Destacó que “la gente busca lo más barato, ya dejó de ver la calidad de los licores. Lo más económico es el cocuy a Bs 39 mil 900 la botella de un litro”.

Añadió que “es temprano todavía, en diciembre o casi para diciembre se activa la venta”.
Entre otras bebidas económicas mencionó la sangría, el ron y las bebidas secas que “son parecidas al ron, como el Coropeño de 1,70 litros a Bs 79 mil 90, Centauro a 59 mil 900 y RY a 47 mil 900”.

Manifestó que “el año pasado los clientes llevaban ron Superior, 5 estrellas o Santa Teresa, pero por la situación ahora compran lo más barato que haya”.

En el local se consigue variedad de bebidas. El tradicional Ponche Crema cuesta Bs 300 mil, whisky Buchanan’s 12 años 900 mil, Black Label 800 mil, Something Special 650 mil, Dewar’s 600 mil. La sangría Caroreña vale Bs 150 mil y la Madrileña 100 mil.

Los vinos más económicos en el expendio de licores son Gato Negro y bodegas Pomar en Bs 200 mil y Casillero del Diablo en 300 mil, La Española y Cereser 90 mil y Tentación 85 mil.

Entre los rones más baratos destacan Santa Teresa Superior de 1,75 litros a Bs 180 mil y Gran Reserva de dos litros 400 mil y Cacique 140 mil, Miche andino 40 mil, Ventarrón y Aguardiente El Coplero 35 mil.
El consumidor Inder Campos indicó que para el brindis de Noche Buena y Año Nuevo “compraré Sevillana y Ponche Crema. Dentro de lo que cabe los precios son razonables, lo que no es razonable es lo que la gente gana. Habrá personas que no podrán llevar a su casa ningún tipo de bebidas. Invertiré $50”.

 

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