Claudia Campanini: A los que dicen Evo salió por un golpe

Claudia Campanini: A los que dicen Evo salió por un golpe

Claudia Campanini

Estimado Carlos Montero (CN), soy boliviana, tuve el gusto de conocerte y, como te dije aquella vez, crecí viéndote. No puedo evitar sentirme insultada cuando nos dices “fieras”. Esto va para ti y para los periodistas que dicen que en Bolivia hubo golpe.

Evo, como sabrás, llegó al poder tras días de presión al gobierno de Mesa. Antes, había conseguido la renuncia de Goni, tras una fuerte crisis social liderada por él y otros dirigentes. Pidió su renuncia, presionó, hubo crisis y muertos y Goni se fue.
Protestó contra Mesa… Como estrategia, dejó a la ciudad sin gasolina, con caminos cerrados y el aparato económico parado, si no me equivoco por 17 días. Mesa renunció.

Evo llega al poder con amplia mayoría de votos. Un histórico 64% y se convierte en el primer presidente de ascendencia indígena. Un verdadero precedente.





No quiso un solo mandato y modificó la Constitución para un segundo. La aprobación de la Constitución se la hizo en medio de la presión de un cerco campesino.

No se resignó a un segundo mandato y buscó el tercero asegurando que la Constitución, que autoriza dos reelecciones continuas, se aprobó cuando él había sido elegido con la antigua Constitución… por lo tanto no contaba. Y lo logró. Se reeligió de nuevo.
Un cuarto mandato era a todas luces imposible. Solo podría hacerse con una modificación a la Constitución y fue lo propuesto en el Referéndum del 21F.

Evo dijo que si el pueblo le decía que no quería reelección se iba “callado”, pues lo contrario sería un golpe de Estado.
Perdió. Y no acató el resultado. Dijo que su “derecho humano” era ser elegido de nuevo.

Entonces inicia el malestar. Gran parte de la población no puede creer que no acate un Referéndum.
De todas maneras, se presenta y aunque gana no le alcanza para ganar en primera vuelta, en segunda era casi seguro que perdía. El sistema cae por 21 horas y aparece como total ganador.

– El fraude era evidente, sobraron las denuncias y hoy el informe de la OEA es prueba de ello.
– En el paro inicial y pacífico la gente rechazó el resultado y aseguró que hubo fraude, fueron cuatro días sin sangre, heridos ni muertos. Hasta que el presidente llamó a sus movimientos a cercar ciudades “A ver si aguantan”, dijo.

El cerco llegó con gente armada con dinamitas, palos y piedras. Son 55 los heridos y tres los muertos. Los muertos, todos, son de la parte que protestaba contra el fraude.

– Algunos campesinos resultan heridos con dinamitas, uno pierde parte de la cara… En otros casos, campesinos que el MAS (partido de Gobierno) desplegó confiesan que el Gobierno les pagó “un jornal” (50 bs… ni 10 dólares) para movilizarse.
– Lo que estamos viviendo es un horror. El Gobierno persuadió a los campesinos y les dijo “¡les quieren robar su voto, son racistas, vayan a defenderlo!”. Eso generó, como es lógico, el enojo de los campesinos.

Pero era falso. El voto del área rural ya había sido contabilizado, según aseguró el mismo Antonio Costas, ex vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral.

Evo hablo al menos cuatro veces durante las jornadas más álgidas y el mensaje era ambiguo. Llamaba a la pacificación y al mismo tiempo llamaba a “defender el voto”, lo que inevitablemente desataba la violencia.

Evo renunció por la presión popular, la misma presión que él ejerció para entrar al poder. Claro que en su tiempo se llamaba “lucha” y hoy se llama “golpe”.

Durante su último mensaje dijo que lo hacía para “pacificar el país”, pero habló de nuevo de racismo y de violencia sin cesar. Lo repitió una y otra vez. El resultado fue de terror. Sus militantes se desplegaron por las ciudades saqueando y quemando mientras gritaban ¡racistas!

Así quedaron nuestros buses, nuestra moral y varias casas. Si bien es cierto que la salida pudo ser otra… EVO SALIÓ COMO ENTRÓ.
Un día él pidió la renuncia de presidentes y presionó hasta conseguirlas. Nadie lo llamó “golpista”.

Ejercí periodismo por diez años, como periodista, pido a mis colegas de prensa internacional no tomar como única fuente una conferencia de prensa. Visiten Bolivia. Hablen con la gente que quedó herida o llora muertos.

Claudia Campanini es periodista boliviana