Ex Miss Universo venezolana reveló sus secretos en nuevo libro de superación

Ex Miss Universo venezolana reveló sus secretos en nuevo libro de superación

La reina de belleza venezolana lanzó su nuevo libro ‘Atrévete a ser Bárbara’ y habló con el Nuevo Herald sobre los temas que llenan el libro. | Foto: Cortesía

 

La reina de belleza y comunicadora venezolana Bárbara Palacios nunca pudo ser niña porque creció en una familia disfuncional. Pasó por situaciones terribles que la hubieran convertido en víctima. Pero ese era un papel que no aceptó para sí misma y, para revertir el pasado, se construyó un futuro trabajando de día y estudiando de noche, hasta graduarse de publicista.

Por Sarah Moreno / El Nuevo Herald





“No quise quedarme como víctima, sino que dije: quiero sanar, recuperarme y perdonar, y ayudar a otros a sanar”, cuenta Palacios, que en 1986 ganó el Miss Universo y desde entonces ha desarrollado una carrera como conferencista y escritora.

Aunque nunca se propuso ser “miss” porque rechazaba el tema de la belleza y la fama, ya que había visto como había afectado a su familia, aceptó una invitación para entrar al concurso. Su jefe en la agencia de publicidad donde trabajaba la convenció de que se podía convertir en su propia marca, y que podía utilizar el título para avanzar su vocación de ayudar a otros.

“Fue una bendición, un honor y un privilegio representar a mi país, Venezuela; lograr la corona y convertirme en una reina de Latinoamérica”, dice Palacios, que a sus 55 años luce una belleza plácida y sencilla, que tiene que ver mucho con su alegría interior y su estilo de vida sano.

No cree en la cirugía plástica ni en los productos invasivos, y desde muy joven se convirtió en pescetariana –una dieta a base de pescados, mariscos y vegetales. El rechazo a comer animales nació de su amor por estos, especialmente por los perros, que recogía de la calle porque sentía que “se rescataba” a sí misma.

En gira de promoción de su tercer libro, Atrévete a ser Bárbara (The Agustin Agency), Palacios habla de los temas que toca en el volumen, que dedica a la mujer que desea conocerse cada vez más y que busca la excelencia como empresaria, madre, esposa y ciudadana del mundo, dice.

Además de la nutrición y el ejercicio, señala la importancia de desechar las emociones negativas: la ira, el disgusto, la rabia, las expresiones de tristeza. “El problema no es lo que sentimos sino cómo lo combatimos”, dice, señalando que existe otro tipo de emociones, las neutras, que también son dañinas.

En este grupo incluye la indiferencia y la negativa a aceptar a otras personas, que podría manifestarse con la crítica constante y la intolerancia. “Las emociones no controladas destruyen las células”, comenta, al tiempo que señala que confía en el poder de sanación que las personas eligen para sí mismas.

“Nosotros podemos intervenir nuestras células. Yo lo practico y doy fe de sus resultados, porque así se pueden mantener una piel y un rostro saludables para la edad”, dice, afirmando que se siente “orgullosísima de sus años”.

En Atrévete a ser Bárbara, además de compartir sus experiencias sobre lo que fue crecer en un hogar disfuncional, ofrece consejos para un buen matrimonio, y habla de la fuerza que le imparte su fe en Dios.

“En el mundo que vivimos actualmente hay un 85 por ciento de personas que viven en disfuncionalidad. Hay muchas víctimas de violencia familiar y de abuso infantil. Los niños llegan a aceptar que son situaciones normales, y al ser adultos, si no sanan, se convierten en victimarios y se repite el ciclo”, señala.

En cuanto a los consejos para un buen matrimonio, indica que hay que renovar el compromiso todos los días, que la relación debe basarse en la complicidad y que las parejas deben apoyarse mutuamente.

“La complicidad permite que haya menos roce y más amor. Se puede tener amigos fuera de la pareja, pero tu pareja debe ser tu mejor amigo”, señala.

A su vez indica que el apoyo a la pareja no se limita al mundo profesional, sino que comprende que le demuestre una admiración como persona. “La mejor empresa es uno mismo, y se logra siendo cada vez mejor, pero no por lo económico, sino por las huellas que dejas en la vida”, concluye.