El 87 % de los hondureños cree que en su país hay mucha corrupción

El 87 % de los hondureños cree que en su país hay mucha corrupción

Los migrantes hondureños que se dirigen en una caravana a los EE. UU. Que ya han llegado a tierras mexicanas, aplauden al resto del grupo que aún espera cruzar en el puente fronterizo Guatemala-México, en Ciudad Hidalgo, estado de Chiapas, México, después de cruzar desde Guatemala, el 20 de octubre de 2018. - Miles de migrantes que se abrieron paso a través de la frontera noroeste de Guatemala e inundaron un puente que conduce a México, donde la policía antidisturbios los combatió, el sábado esperaron en la frontera con la esperanza de continuar su viaje a los Estados Unidos. . (Foto de Pedro Pardo / AFP).

Unos 2,000 migrantes en ruta a Estados Unidos recuperan energía el lunes en un refugio en la Ciudad de México, donde esperan la llegada de miles de personas más. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que se podrían desplegar hasta 15,000 soldados en la frontera con México para detener el intento de los migrantes de cruzar ilegalmente hacia el país. (Foto de ALFREDO ESTRELLA / AFP).

 

El 87 % de los hondureños cree que en su país hay “mucha corrupción”, y que este flagelo ha inundado todos los espacios de la vida política e institucional, según una encuesta del Centro de Estudio para la Democracia (Cespad) presentada este jueves en Tegucigalpa.

La muestra, hecha entre el 11 y 17 de octubre en Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes del país, también recoge la percepción de los encuestados sobre el papel de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), que depende de la Organización de Estados Americanos (OEA).

“La imagen de los ciudadanos sobre las instituciones del Estado, los políticos y aún de las entidades de sociedad civil misma, es que están muy asociadas a la corrupción y son víctima fácil y cómplices de las prácticas del crimen organizado y el narcotráfico”, subraya el estudio del Cespad, con un margen de error del cinco por ciento.

La imagen negativa sobre los niveles de corrupción en el país centroamericano se manifiesta en la desconfianza generalizada hacia los funcionarios y políticos, pero se extiende a todo el entramado social, incluyendo a instituciones que antes estaban lejanas a la sospecha ciudadana, como las iglesias, las organizaciones empresariales y civiles, y las fuerzas militares, entre otras.

En ese “espectro apocalíptico” sobre la corrupción y la impunidad en Honduras, la ciudadanía reconoce a la MACCIH, valora, con modestia y mesura, sus funciones y logros, y apoya su continuidad.

La MACCIH inició operaciones en Honduras en abril de 2016, y su mandato está previsto que concluya el 20 de enero, en un ambiente marcado por sectores minoritarios, algunos salpicados por la corrupción, que abogan porque se vaya, y mayoritarios que exigen su continuidad para que siga denunciando a los corruptos.

Los hondureños encuestados también ven las debilidades de la MACCIH y las amenazas que enfrenta. Pero en el promedio, prevalece la esperanza, con más de dos tercios de la población, que brindan un fuerte respaldo para su continuidad, según el estudio.

“Lo importante en este caso es el balance, que no es cualitativo, sino que es la expresión de la ciudadanía en una encuesta que hemos levantado en estas últimas semanas”, indicó a Efe el director ejecutivo del Cespad, Gustavo Irías.

LA MACCIH DEBE SEGUIR EN HONDURAS

La valoración de la ciudadanía sobre la MACCIH, “en un 80 por ciento es positiva en los siguientes términos: buena o muy buena para un 40 por ciento de la población; regular, para el otro 40 por ciento”, dijo Irías.

Los hondureños saben de la labor de la MACCIH y la identifican como un organismo que está en la lucha contra la corrupción, y al menos el 70 por ciento manifiestan tener conocimiento de los casos que ha llevado adelante, entre ellos el denominado “Caja chica de la Dama”, que salpicó a la exprimera dama Rosa Elena Bonilla, esposa del expresidente hondureño Porfirio Lobo (2010-2014).

Bonilla fue capturada, encarcelada y acusada de varios delitos de corrupción el 28 de febrero de 2018 y en septiembre de este año condenada a 58 años de cárcel, en un hecho sin precedentes en la justicia del país.

Lo más importante de la encuesta, según Irías, “es que un 65 por ciento considera que el mandato de la MACCIH debe de renovarse”.

BLOQUEO A LA MACCIH

“Tampoco es que la ciudadanía hace una valoración idílica de la MACCIH, la encuesta también nos dice que la ciudadanía está esperando más acciones efectivas contra lo que considera son los grandes sectores de la corrupción o llamados peces gordos”, enfatizó Irías.

Agregó que los hondureños también reconocen el bloqueo que desde la misma institucionalidad se ha impuesto a la MACCIH para la aprobación de leyes que pudieron haber hecho más efectiva su tarea como la Ley de Colaboración Eficaz.

Tampoco se han creado o reformado leyes para que sigan siendo investigados los actores políticos, algunos de ellos diputados del Parlamento, y funcionarios públicos involucrados en la corrupción.

Entre los hondureños, según la encuesta, hay mucha incertidumbre respecto a la efectividad de la lucha contra la corrupción.

El viejo predominio de la corrupción y la impunidad, el peso del crimen organizado y el narcotráfico en las instituciones, y la desconfianza en las instituciones políticas y órganos estatales en la lucha contra la corrupción, llevan al ciudadano a creer que la lucha contra la corrupción y, en particular de la MACCIH, enfrentan todavía un largo y difícil camino por recorrer.

LOS CORRUPTOS SE PROTEGEN

Según el sondeo, hay una leve mayoría de quienes confían en que la MACCIH logrará detener o erradicar la corrupción, y una parte de ellos ve a esta entidad como conductora de la lucha anticorrupción a futuro, lo cual reafirma el apoyo a la extensión de su mandato.

Irías señaló que si se va la Maccih, los logros modestos que hasta ahora se han tenido en la lucha contra la corrupción de hecho quedarían en nada.

“Sería un retroceso en todo este limitado avance en la lucha contra la corrupción y, lógicamente, la élite quedaría a sus anchas; aunque también hay que reconocer que la élite, previendo que la MACCIH pueda ser renovada por las presiones internacionales, se ha venido adelantando, consolidando marcos jurídicos que puedan asegurar la inmunidad y la impunidad de sus acciones corruptas”, acotó. EFE

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