Por este motivo la condena de Carlos “El Chacal” podría cambiar

Carlos El Chacal durante una de las audiencias del juicio por terrorismo FOTO EFE

 

 

La justicia francesa se pronunciará nuevamente sobre la pena de cárcel del venezolano Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos el “Chacal”, condenado el año pasado a cadena perpetua por un atentado cometido en París en 1974.





Carlos, figura del terrorismo “antiimperialista” de los años 1970-80, fue condenado en 2018 en apelación a cadena perpetua por un atentado con granada contra una tienda en pleno centro de París que dejó dos muertos y 37 heridos.

Pero la Corte de Casación, el tribunal de más alta jerarquía de Francia, anuló parcialmente este veredicto el jueves, estimando que la corte penal de París lo condenó dos veces por un mismo cargo.

En efecto, la corte penal parisina lo declaró culpable de “portar o transportar un artefacto explosivo sin motivo legítimo”, en este caso una granada, pero también de asesinato por “efecto de una potencia explosiva”.

La Corte de Casación consideró que el transporte de la granada fue “una operación preliminar necesaria para la comisión de los otros delitos” y, por lo tanto, estimó que al declarar a Carlos culpable de transportar una granada, el tribunal penal lo condenó dos veces por el mismo cargo.

“El Chacal”, de 70 años, tendrá que presentarse nuevamente ante una corte, que se pronunciará únicamente sobre la duración de su pena.

“Es una victoria truncada”, declaró Patrice Spinosi, abogado de Ilich Ramírez Sánchez, ante el Tribunal de Casación. Tendremos un nuevo juicio, pero sólo sobre la sentencia. No tiene ningún sentido. ¿Cómo puede defenderse ante los jueces de la corte criminal cuando su culpabilidad ya está establecida?”, dijo.

Carlos fue capturado en 1994 en una operación de los servicios secretos franceses en Sudán.

Además de su condena por el atentado de 1974, este antiguo activista por la causa palestina purga ya dos condenas a perpetuidad por un triple homicidio en 1975 en París y por cuatro atentados cometidos en Francia hace treinta años.

AFP