William Anseume: Autonomía Universitaria, USB y más

William Anseume: Autonomía Universitaria, USB y más

La dictadura, con su proyecto hegemónico a largo plazo, no se iba a lanzar una idea de elecciones a autoridades universitarias y representantes a los co-gobiernos, luego de diez años de larga espera, sin un plan de control político de las mismas.

Busca imponer desde afuera, saltándose, como siempre, la Constitución y la leyes, un proceso electoral universitario de arrase. Para ello, usa al TSJ, su secuaz “legal”, al manido y multicontrolado Consejo Nacional de Universidades, donde las voces de los demócratas son mínimas y sus trabajos de hormiga que carcome dentro de las propias instituciones, ya horadadas desde dentro, desde afuera.





El proyecto incluye algunas autoridades en ejercicio que pretenden continuar colgadas a la dirección de las universidades y candidatos extra autoridades ganados para la trifulca electoral por incondicionales, con garantías económicas para su arribo al poder rectoral.

En la USB, por ejemplo, “extrañamente”, el Consejo Directivo, sin el rector presente, sin que fuera necesaria la presencia en la conducción del cuerpo del Vicerrector impuesto por la tiranía, aprobó dos singulares propuestas apegadas a la fatídica sentencia del TSJ que pretende aplastar a las universidades políticamente. Se ideó una comisión para una “consulta” a la “comunidad universitaria”, para que se manifieste acerca de si está de acuerdo o no con elecciones impuestas, si está de acuerdo o no en atenerse a la Constitucion, leyes y reglamentos (semejante despropósito) o si está de acuerdo o no con esperar la imposición de autoridades en el primer cuatrimestre del año próximo. Se convierte así, además de modificar levemente la Comisión Electoral vencida e inoperante hace más de dos años, en atención, según los miembros, a la sentencia que “acatan”, en la primera universidad del país que atiende como procedente la sentencia 0324 del TSJ. Grave accionar de nuestro máximo cuerpo directivo en tan extrañas circunstancias, ya que en este momento la USB carece de autoridad electa al frente de ninguno de los cargos rectorales. Todos son no electos, suplentes, encargados o impuestos, un récord más para la historia de nuestras instituciones y especialmente para la USB.

El caso radica en que han puesto a las universidades, luego de los cansinos más de diez años sin movimiento electoral, en la rapiña por el poder institucional. Una rapiña sin prurito alguno en el accionar. Una rapiña vacua y baja, vana. Ridícula.

Allí cobra vida nuestro planteo reiterado de hace años: hagamos las necesarias elecciones ya, a nuestra manera, apegados a la Autonomía constitucional, a las leyes y reglamentos, en rebeldía propiciadora de una más amplia rebeldía nacional contra la dictadura, antes de que nos cojan los nazarenos u otros. Vamos tarde a la cita. Debemos activarnos todos en esa acción de enfrentar, de nuevo, los embates políticos de la dictadura a lo interno de las universidades, porque todos sabemos de las repercusiones calamitosas que en la política nacional estos efectos pueden generar. Reitero.