¿Alcohol, golpes, intoxicación? Los enigmas que rodean la muerte de Edgar Allan Poe

¿Alcohol, golpes, intoxicación? Los enigmas que rodean la muerte de Edgar Allan Poe

Foto: infobae

 

Se sabe que era un día de lluvia en Baltimore. También que había elecciones. Se sabe que Edgar Allan Poe estaba vestido con ropa gastada que no le pertenecía. También que estaba semi inconsciente y repetía un nombre: “Reynolds”. Se sabe que Joseph Walker, un periodista del Baltimore Sun, lo encontró en una alcantarilla cerca del pub Gunner’s Hall y lo reconoció. Ese 3 de octubre de 1849 Poe fue ingresado en el hospital del Colegio Médico Washington, donde pasó los siguientes cuatro días entre delirios, alucinaciones aterradoras y un puñado de frases incoherentes, mientras seguía llamando a Reynolds.

Por: infobae





Sin haber podido explicar qué hacía en esa ciudad ni qué le había sucedido, Poe murió a las 5 de la mañana del domingo 7 de octubre. Tenía 40 años. Diez días más tarde iba a volver a casarse.

Se presume que ni siquiera se labró un acta de defunción, o que si se hizo se perdió como su breve historia clínica. El médico que lo atendió, John Moran, estableció como causa de muerte una frenitis, la manera en que antiguamente se llamaba a la congestión cerebral. También era una manera de aludir y a la vez eludir el diagnóstico de intoxicación alcohólica.

No ayudó a esclarecer el caso que el obituario de Poe lo escribiera su adversario literario, Rufus Griswold, quien en lugar de aprovechar la ocasión para cerrar con dignidad su pequeña guerra, describió al gran autor como una piltrafa moral tendiente al abuso del alcohol y de las mujeres. El texto apareció, con el seudónimo de Ludwig, en The New York Tribune. Aunque Griswold detalló, de manera aumentada, ese retrato en la primera biografía de Poe, la investigación académica objetó su exactitud y hasta su honestidad, ya que tenía al menos causa probable para mentir: Poe había destrozado su trabajo como experto en poesía tanto en público como en privado, y ambos habían disputado la atención de una poeta de Boston.

Así los pocos datos reales que había sobre lo que le sucedió a Poe quedaron sepultados durante décadas por lo que hoy se llama fake news. Hasta el presente se ignora, como en uno de los misterios que él mismo creó, qué hacía en Baltimore, quién era Reyndols, qué pasó con su ropa, cuál fue el origen de su intoxicación y de qué murió.

“Quizá es algo apropiado, dado que él inventó el género policíaco”, dijo a Smithsonian.com Chris Semtner, a cargo del Museo Poe en Richmond, Virginia. Se refería a “Los crímenes de la calle Morgue”, el relato que presentó al genial detective aficionado C. Auguste Dupin, de 1841. “Nos dejó un misterio de la vida real”.

Hipoglicemia, cólera, suicidio, sífilis: a Poe lo ha perseguido un enorme arco de muertes posibles. Según la publicación del Instituto Smithsoniano, las hipótesis más probables son otras, algunas no menos extraordinarias que la imaginación del narrador y poeta:

Golpiza

El primero en rechazar la explicación de Griswoldfue otro biógrafo, E. Oakes Smith, que en 1867 escribió: “Por instigación de una mujer, que se consideraba herida por él, Poe fue cruelmente atacado, golpe tras golpe, por un rufián que no conocía otro modo de vengar supuestas penas. Se sabe que a continuación sufrió fiebre cerebral”. Cinco años más tarde Eugene Didier escribió que Poe se había encontrado en Baltimore con algunos amigos de West Point, había tomado una copa de champagne y se había sentido mal, ya que por alguna razón desconocida muchos en su familia no podían tolerar el alcohol. Salió a la calle borracho, y “fue robado y golpeado por unos rufianes, que lo dejaron inconsciente en la calle toda la noche”.

Secuestro para fraude electoral

Una escena de Pandillas de Nueva York, la película de Martin Scorsese, mostró la práctica: una banda somete a un hombre de barba que acaba de votar mientras un barbero lo afeita; lo intoxican con alcohol, le cambian la ropa y lo llevan a votar, nuevamente, por su candidato. Baltimore era un lugar donde el secuestro para cometer fraude electoral era habitual, y Walker encontró a Poe en uno de los lugares donde los pandilleros solían deshacerse de sus víctimas

Alrededor de 1870 otro biógrafo del gran escritor, J.H. Ingram, recibió varias cartas que indicaban que Poe había muerto por esta causa. Una de ellas, de un académico de Johns Hopkins, detalló: “Aquí se cree que una de estas pandillas atrapó a Poe, lo secuestró, lo atontó con alcohol, lo arrastró a votar y luego lo dejaron a la deriva para que muriera”.

Alcohol

Dado que una condición hereditaria lo hacía muy vulnerable al alcohol, durante mucho tiempo Poe tuvo problemas por beber. Pero en el momento en que llegó a Baltimore era parte del Movimiento por la Templanza, un grupo puritano que combatía el consumo de bebidas alcohólicas. Pero algunos de sus amigos dijeron que tal vez había bebido de todas maneras. J.P. Kennedy, entre ellos, comentó pocos días después de la muerte de Poe: “Se metió con algún compañero que lo sedujo con la botella, a la que había renunciado hacía tiempo. Las consecuencias fueron fiebre, delirios y locura, y en pocos días el final de su penosa carrera en el hospital. ¡Pobre Poe! Una luz brillante pero inestable se ha apagado de una manera horrible”.

Sin embargo, cuando la ciencia moderna examinó cabellos del cadáver de Poe, no encontró los rastros que indicarían intoxicación alcohólica.

Envenenamiento por monóxido de carbono

En 1999 Albert Donnay, experto en salud pública, usó también muestras del cabello de Poe para identificar metales pesados que suelen quedar en el cuerpo cuando alguien muere por envenenamiento por monóxido de carbono. Aunque los estudios no fueron concluyentes, Donnay encontró pistas posibles que apuntaban al gas que se usaba para iluminar el interior de los edificios en el siglo XIX.

Envenenamiento por metales pesados

Los estudios de Donnay revelaron que el cuerpo de Poe presentaba una acumulación de mercurio en niveles muy elevados. Según Semtner, curador del Museo Poe, es posible que se vincularan con una epidemia de cólera a la que el escritor quedó expuesto a mediados de 1849 en Filadelfia: su médico le recetó calomelano, o cloruro de mercurio. Aunque eso podría explicar las alucinaciones de los días anteriores a su muerte, la concentración, si bien era alta, se considera 30 veces inferior a los niveles de envenenamiento.

Rabia

En 1996 una conferencia de patología clínica entregó a distintos médicos una lista de pacientes anónima asociada a una lista de síntomas, para que elaborasen sus hipótesis posibles. Michael Benítez, un cardiólogo de Maryland, recibió la de E.P., un paciente de Richmond, quien había llegado al hospital por “letargo y confusión” y en pocos días sufrió “delirio, alucinaciones visuales, enormes variaciones en el pulso y una respiración agitada”. En cuatro días, el tiempo promedio de vida de una persona una vez que comienzan los síntomas de infección de rabia, E.P. estaba muerto. Benítez concluyó que el paciente anónimo, que era en realidad Poe, habían muerto de rabia, un virus muy común en el siglo XIX. Benítez desarrollo su hipótesis en un trabajo académico publicado en septiembre de ese año.

Tumor cerebral

Una de las teorías más recientes sobre la muerte de Poe indica que pudo haber sufrido un tumor cerebral, algo que podría explicar su comportamiento los días anteriores a su muerte.

Poe fue enterrado en Baltimore en una ceremonia a la que asistieron sólo siete personas, pero cuando 26 años más tarde se lo honró con una escultura cerca de la entrada del cementerio, al mover el ataúd se encontró una pequeña bola dentro de su cráneo. En su momento los periódicos dijeron que era el cerebro de Poe, pero en realidad el tejido cerebral es de los primeros en descomponerse. Mientras escribía una novela sobre la muerte de Poe, Matthew Pearl investigó el asunto y consultó a un patólogo forense. No, no podía ser el cerebro, le confirmó. Pero sí un tumor cerebral, que se puede calcificar tras la muerte, como una bola dura.

Gripe

Al salir de Richmond, rumbo a Filadelfia, el 27 de septiembre de 1849, Poe dudó: su médico le había aconsejado que no viajara, ya que había pasado una noche con fiebre. El día que Poe fue hallado llovía; si se hubiera mojado excesivamente se explicaría el cambio de ropa y la posibilidad de que la gripe se convirtiera en una neumonía fatal. La fiebre alta explicaría las alucinaciones y la confusión.

Asesinato

Poe, que había enviudado de su primera esposa, su prima Virginia Clemms, en 1847, cortejó a su primer amor, Elmira Shelton, y se disponía a casarse con ella cuando murió. John Evangelist Walsh, en un libro de 2000, argumentó que los tres hermanos de la mujer, molestos porque el escritor se interponía entre ellos y el dinero de la rica Elmira, atacaron a Poe primero en Filadelfia, donde habría llegado y donde debió esconderse (de ahí la ropa ajena), y cuando comprendieron que se les había escapado, lo siguieron y emboscaron en Baltimore.