Jóvenes promesas del cine que terminaron muy mal

Jóvenes promesas del cine que terminaron muy mal

River Phoenix

 

Lo tenían todo para triunfar y trascender aún más en la vida (y en la pantalla grande). Contaban con juventud, belleza, talento, elegancia y a medio Hollywood rendido a sus pies. Sin embargo, diversos factores como la arrogancia, las adicciones, la mala suerte, decisiones desafortunadas y otras causas, hicieron que acabaran muy, muy mal (unos más, unos menos). Recordemos esas carreras prometedoras truncadas por el destino….o por ellos mismos. ¿Pasará lo mismo con Yalitza si no acepta otro papel pronto y se duerme en sus laureles?

Así lo reseña gq.com.mx





River Phoenix

Lo llamaban —quizás premonitoriamente— “el nuevo james Dean”. El joven actor murió a los 23 años (uno menos que Dean) en 1993, en la banqueta del club The Viper Room (propiedad de Johnny Depp) en L.A, a consecuencia de los efectos de un coctel de drogas letal.

En esos años, River era la celebridad del momento, con 15 películas como protagonista (incluyendo una nominación al Oscar) y un horizonte inmejorable. Su muerte dejó una tristeza permanente en el rostro de Joaquin Phoenix, su hermano menor (de entonces 19 años), quien fue testigo de la tragedia y luego, se convirtió en el Joker.

Edward Furlong

Otra de esas promesas incumplidas. El mundo lo recuerda por su papel en Terminator 2 y en la maravillosa American History X. Para el reciente regreso de la franquicia del robot del futuro, el actor cuarentón no fue convocado (sólo recreado digitalmente), pese a que él mismo había anunciado su vuelta a la saga. ¿Por qué? Quizás por su mala reputación, sus problemas con las drogas, su descuido físico y a esas acusaciones de maltrato doméstico que lo llevaran a prisión alguna vez.

Lejos los días en que el joven de ascendencia mexicana (de parte de su madre) fuera modelo exclusivo de Calvin Klein, protagonista de videos de Aerosmith, novio de Paris Hilton y uno de los actores con más futuro en la meca del cine. Acabó haciendo películas serie B (de esas que Chuck Norris sentiría pena filmar) y actuando en una película (malísima) —del mexicano Olallo Rubio— llamada This is not a movie (título que está de más, pues eso nos quedó bien claro después de verla).

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