José Romero: La guerra silenciosa

El escándalo que se destapó con las presuntas acciones de encubrimiento y complicidad de algunos diputados, supuestamente de oposición, a fin de evitar que algunos corruptos sean castigados por la justicia fuera de Venezuela, ofrece terribles indicios acerca del por qué, pese a una dolorosa lista de asesinados, presos, torturados, desterrados, no hemos logrado deponer el oprobioso régimen que usurpa el poder e ilegítimamente ejerce funciones de gobierno.

Las acciones de infiltración que implican espionaje y sabotaje, son la explicación de cómo el régimen chavista ha neutralizado acciones que, hace rato, debieron lograr el objetivo de restituir la democracia y someter a la justicia a quienes tantos delitos han cometido…

Esta guerra silenciosa desarrollada por el régimen, merece acciones de respuesta de la verdadera oposición. 





Lo que se pone difícil es cómo determinar quién es un “verdadero” opositor,  porque el número de diputados señalados me recuerda una frase del esbirro Freddy Bernal: Se crea un “estado general de sospecha” puesto que la desconfianza que genera el destapado de esa podredumbre, es un éxito del chavismo porque desmoraliza, fractura y puede llegar a la neutralización de los esfuerzos que gente noble, digna y valiente ha aportado.

Ahora hay que evitar una cacería de brujas y prestarnos para la lógica arremetida que viene desde el régimen para meter a todos en el mismo saco y capitalizar al máximo sus acciones clandestinas contra la oposición. Por lo que se necesitan medidas contundentes, ejemplarizantes y efectivas por parte de quienes dirigen el gobierno interino y los líderes de los partidos de la MUD.

Una fórmula para despejar algunas dudas, sería responder preguntas clave sobre unas decisiones que en su momento, se tomaron

Por ejemplo:

– Quiénes favorecieron eso que se llama “frente amplio” que incluyó esbirros, torturadores y corruptos abiertamente chavistas, bajo el supuesto que debemos ser exquisitos en la amplitud y tolerantes para reconstruir el país? Es decir, tener a personajes como Rodríguez Torres, sólo por mencionar un ejemplo patético, integrando un movimiento que busca restablecer el estado de derecho, es como poner un chivo a cuidar un conuco. 

Claro, quien no acepte esa salida es un sectario, un extremista. 

Luego, la segunda pregunta: Quiénes fueron factor clave en enfriar las acciones que, al menos en dos oportunidades (2014/2017) tenían al régimen por el cuello, al prestarse para “dialogar y llegar a acuerdos” cuando lo que se requería era acentuar las acciones y consolidar el objetivo?

Son dos preguntas que, en mi humilde opinión, necesitan responderse.

Los “secretos a voces” y las informaciones sobre opositores quienes desde hace años están negociando ellos, sus familiares o interpuestas personas con corruptos del régimen, deben investigarse, siempre bajo la presunción de inocencia, pero sin descartar nada por solidaridades automáticas.

Para finalizar, una recomendación a VP:

No permitan que sus líderes naturales y quienes se han ganado posiciones de coordinación local, estadal, regional o nacional pateando las calles, creando redes populares y organizando comunidades,  sean desplazados por quienes vienen de otros partidos producto de “acuerdos” de cogollos. Porque hay informaciones acerca del malestar que estos personajes, impuestos desde arriba,han generado en las filas del partido al colocar a sus “fichas” en posiciones que implican ser primeros en optar candidaturas en futuras elecciones…

El portaaviones VP puede, ante un hipotético cambio de gobierno y celebración de elecciones con todas las garantías y condiciones de Ley, llevar al poder gente inescrupulosa que traen vicios de la vieja política que terminó facilitando la llegada del chavismo y su perpetuación durante 20 años.

Esta es una de esas situaciones que deben corregirse. Digo, ya que estamos abriendo compuertas a la verdad.