Engelbert Rivero Montenegro: Marx se tomó una Coca Cola

Engelbert Rivero Montenegro @engelbertrivero

 

Venezuela lleva 20 años rodando de manera vertiginosa hacia el abismo. Hoy, nuestros ciudadanos tratan de colocar retroceso indexando sus haberes en moneda dura, a razón de la pérdida de una de las características primordiales que debe tener una unidad de cambio: la confianza, aunado a la destrucción del 90% del parque industrial, lo que imposibilita respaldo en producción que permita la generación de bolivares. En este momento solo el 20% de la población logra ingresos en divisas lo cual incrementa la brecha ya existente entre ricos y pobres, a mediano plazo veremos espacios de aparente prosperidad económica al lado de escenarios aún más dantesco de pobreza extrema. El espejismo de anaqueles surtidos en nada tiene que ver con mejoras en el ritmo de la producción, lo que ocurre es que sencillamente el otro 80% de la población no devenga lo que se requiere ni para acceder a la canasta básica. y el año se cerrará con una disposición de apenas 36% de los alimentos requeridos para satisfacer los parámetros nutricionales. Ahora bien ¿Que hacen desde el régimen para abordar esta dolarización de facto? Pareciera evidente que acudimos a la mayor desinstitucionalización jamás conocida, el BCV luce su mayor inacción ante la incipiente liquidez del dólar, las alcaldías y gobernaciones no tapan ni un hueco y se han convertido en unas grandes agencias de festejos.

La retórica revolucionaria del régimen chavomadurista está derrotada por la economía (“¡Estúpido la Economía!” diría Bill Clinton) Hoy en plena dictadura se hace presente la célebre máxima neoliberal de la “mano invisible” y del “dejar hacer, dejar pasar”. Gobernadores pidiendo privatizar empresas públicas tal vez para convertirse ellos en socios y destruirlas como han destruido el país.
La última decisión de “cero aranceles” para las importaciones es evidencia comprobatoria que el régimen no tiene dólares para importar, entonces que las hagan los privados, veremos que en algunos de esos productos importados la oferta superará la demanda con su consecuencia en el precio del mismo.





Con esa postura el mensaje es claro al empresariado e industrial nacional, el régimen no tiene la más mínima intención de recuperar el aparato productivo y la economía de puerto crecerá de manera exponencial, lo que más preocupa es que los pocos trabajadores que aún se encuentran activos pronto estarán deambulando en la calle.

El Carlos Marx que tanto citaba el PSUV se tomó una Cocacola en clara señal del triunfo del capitalismo sobre el rupestre comunismo. El 2020 será el año de los “espejismos”, que sin duda usará el régimen con fines propagandísticos, sin embargo no lograron tapar el drama de la Venezuela sin dólares. Esa que pasará hambre, dolor y olvido en medio del “boom del bodegón”.

Engelbert Rivero Montenegro
Secretario de Asuntos Municipales
AD Carabobo