El cochinito navideño no come cuento con la hiperinflación: Quiere dólares

El cochinito navideño este año más flaco aún / Foto Archivo

 

Por tradición, durante la temporada navideña alcancías de cerdito son instaladas en los mostradores de negocios de todo tipo para recolectar el aguinaldo para los empleados. Los clientes efectúan el aporte en bolívares de baja denominación mayormente, y pocos en dólares.

Por Zulay Camacaro / 2001





Los empleados se esmeran en la apariencia de su colector de aguinaldos, al que añadieron hasta efectos electrónicos en algunos casos.

En un recorrido por algunos comercios de la ciudad se constató la presencia del marranito decembrino y creatividad de los empleados en su confección.

El encargado de la comercializadora MMK en El Silencio manifestó que instalaron el cochinito hace 15 días. “La gente le echa de a poquito, Bs 100, 500. Este año están echando 40% menos que el año pasado. No son pichirres, hay gente que echa Bs 10 mil, 30 mil, en estos días le metieron $ 1”.

La consumidora Yuliza Ríos indicó que contribuyó con Bs 1 mil para la alcancía de cerdito. “Es lo que hay ahorita, no hay efectivo y el que hay, uno lo utiliza para otras cosas”.

Resintió la poca ornamentación del recipiente. “Ese cochino no está adornado ni una escarchita, no hay motivación”.

Por el centro, el atelier Emy cambió de ramo y ahora vende víveres. Su dueña, Linda Ochoa afirmó que los clientes no tienen efectivo. “Le echan billetes de Bs 100 que nadie quiere y de broma. Lo gracioso es que pedimos dólares y se ríen, pedimos petros y se ríen. Al final, el mes se repartirá entre los empleados a partes iguales”. Comentó que cuando a los clientes les queda vuelto y no tienen dinero para dárselo, “no lo quieren dar porque lo requieren para la camioneta, otros sí lo ponen”.

Pedro Parada realizó una compra y dijo que “le echaría sueldo mínimo si pudiera y ahí lo van engordando. Aquí van 500 pa’l cochino”.

La creatividad del venezolano no tiene límites. Los empleados de una ferretería confeccionaron la alcancía con un botellón de agua pintado de rosado y otros elementos, además de efectos de electrónica como una luz que se enciende y un timbre que suena cuando un cliente introduce dinero al animalito.

 

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