El 2019 fue el peor año para las universidades de Lara

(foto @DPArchila)

 

La Federación de Centros de Estudiantes de la UCLA, el Movimiento Estudiantil de la Unexpo y la UPEL califican que el 2019 para las universidades larenses fue una catástrofe y hacen hincapié que el cortísimo presupuesto trajo terrible consecuencias a las casas de estudios.

María B. Jordán | LA PRENSA de Lara





Desde fallas en los servicios públicos y de estudiantes, paros de docentes y administrativos, masivas renuncias de personal y hasta violaciones de derechos estudiantiles reinaron durante los 365 días del año.

“Lo poco que mandó la OPSU (dinero) duró sólo dos días para el transporte y una semana para comedor, por eso este año se cierra sin providencias estudiantiles y sin servicios” fue el resumen que hizo Héctor Bogado, miembro del Movimiento Estudiantil de la Unexpo cuando detalla ese tipo de deficiencia además de las terribles condiciones de infraestructura de las universidades ha hecho que en la actualidad exista déficit de estudiantes del 50%, hasta los momentos por lo menos 800 jóvenes son los que se mantienen inscritos en la universidad.

Los estudiantes pusieron de ejemplo lo que han tenido ellos que hacer debido a este escenario de crisis donde el gobierno central y el Ministerio de Educación Superior, con tal de no paralizar sus clases y graduarse en el menor tiempo posible.

“Para la UCLA y para todas las universidades fue un año caótico” comentó Simón Urbina, miembro de la Federación de Centros de Estudiantes (FCU) de la UCLA, asegurando que jornadas de limpieza, colaboración de alimentos y donaciones son algunas de las cosas que se reinventaron en la universidad para seguir.

Simón Urbina detalló que a todo eso se le suma la violación de la autonomía universitaria por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de querer hacer una elección de autoridades “pero es algo impuesto”, asegurando que también se le sumaron todas las trabas que tuvieron para las elecciones de la FCU.

Este año la inseguridad azotó la UPEL, UCLA y Unexpo, porque en varias oportunidades fueron víctimas de hurtos y robos que ocasionaron la pérdida de equipos de prácticas que son imposibles de recuperar ante la falta de presupuesto.