Gladys Socorro: Las parlamentarias, el mayor reto de 2020

Gladys Socorro: Las parlamentarias, el mayor reto de 2020

Participar o no en las elecciones parlamentarias es la decisión más importante que trae el año 2020 para los venezolanos. De ella depende el desenlace de la crisis política que hoy nos ahoga con consecuencias sociales y económicas sin precedentes en la historia nacional.

Si algo nos ha dejado claro el año que está por terminar es que nadie nos va rescatar de las garras del chavismo. Nadie. Sólo nosotros, con nuestras decisiones, podemos trazar la ruta para salir del laberinto en el que seguimos perdidos. Mis palabras, aunque pueden sonar utópicas, están preñadas de una realidad irrefutable. El único poder constituido que tiene reconocimiento internacional es la Asamblea Nacional electa por el voto popular masivo en 2015, por lo que se hace urgente defenderla y consolidarla a costa de lo que sea.

El 2020 viene rudo, muy rudo. La crisis multifactorial seguirá dando golpes secos y fulminantes a todos los sectores del país. Ya no hay tiempo para seguir deshojando la margarita. Ya no hay tiempo de seguir pensando en fantasiosas intervenciones extranjeras. Ya no hay tiempo para más equivocaciones. Sólo hay dos caminos: o seguimos empeñados en transitar la absurda y esteril abstención sin estrategia que sólo hará que perdamos el único espacio desde donde hemos podido hacer una oposición significativa, ó por el contrario, nos organizamos y retomamos el camino electoral para garantizar nuestra presencia mayoritaria en el Parlamento ¡Qué lamentable sería repetir el escenario del 2005 cuando regalamos el juego que luego nos costó 10 años recuperar!





Las elecciones a la AN deben hacerse, por ley, en 2020. Eso está claramente expresado en la Constitución. Por tanto, lo que debemos procurar como oposición es la consecución de garantías electorales mínimas que nos permitan el desarrollo del proceso. No pretendamos el escenario ideal porque no lo vamos a tener. El sólo hecho de pensarlo es absurdo cuando todos los días se nos dice que estamos en dictadura. Si bien libertad electoral y dictadura no son compatibles, no es un secreto que el 80% de los venezolanos queremos un cambio de gobierno y la única forma de lograrlo, nos guste o no, es votando. Podrán robarse un porcentaje de votos pero no una avalancha.

De nosotros depende avanzar en esta lucha o seguir mordiéndonos la cola. Sé que no es un tema fácil de digerir por toda la rabia, la desesperanza y la burla acumulada. Hemos sido víctimas de estafas continuadas que nos han robado nuestro tiempo y acentuado el dolor y la crisis en cada familia venezolana. Llegó la hora de ser pragmáticos y agarrar el toro por los cachos. Como decía mi padre: no dejemos camino por vereda, puede que nos tardemos un poquito más pero lo importante es llegar, y llegar seguros.

Gladys Socorro
Periodista
Twitter: @gladyssocorro