Una perrita murió abrazada a su dueño debido al ruido de fuegos artificiales

Una perrita murió abrazada a su dueño debido al ruido de fuegos artificiales

 

No es una teoría rocambolesca. Está totalmente acreditado. Los petardos y los fuegos artficiales son los peores enemigos de los perros, capaces de alterarlos sobremanera. El fenómeno se denomina acustofobia, ese miedo irracional de la mascota a los ruidos fuertes provocados, por ejemplo, por los petardos o los fuegos artificiales. También de manera natural, como el de los truenos o los producidos de forma accidental, véase un portazo. Los confunden con una amenaza y por instinto se ponen alerta. Sus mecanismos de defensa se activan y el corazón se acelera.





Por Iago García / La Voz de Galicia

A veces, pocas, el desenlace es fatal. Fue lo que le ocurrió a Magui, una perra bóxer que en la localidad argentina de Esquel se vio sorprendida por los ruidos de una pirotecnia cercana. La «familia» de esta mascota intentó darle consuelo y calmarla, pero finalmente falleció de un ataque cardíaco abrazada a uno de sus dueños. Antonella Modasjazh, denunciaba en Facebook lo ocurrido: «Era viejita y le tenía terror a la pirotecnia. No sabíamos ya dónde meterla mientras otros se divertían, ella lo estaba pasando muy mal. Tuvo un ataque, llamamos a todos los veterinarios para que nos ayudasen ¡y ninguno nos atendió! La perra murió en los brazos de mi hijo, rogándome que llamase a alguien para que la viniera a auxiliar».

La Asociación Amigos de los Animales de Esquel se hizo eco de lo ocurrido, en una publicación de Facebook que ya se ha convertido en viral desde el pasado domingo tras ser compartida catorce mil veces por los usuarios de la red social. Una buena manera de concienciar ante la llegada de las fiestas navideñas, en las que es habitual el uso de fuegos artificiales.

 

Cada vez son más las plataformas animalistas que animan a evitar la pirotecnia por sus efectos dañinos en los perros.