Syd Mead, el influyente artista conceptual que imaginó cómo podría ser el futuro en películas como “Blade Runner” (1982) o “Aliens (1986), murió este lunes en Pasadena (California, EE.UU.) a los 86 años.
Su esposo Roger Servick confirmó el fallecimiento al medio especializado The Hollywood Reporter y aseguró que Mead murió después de tres años padeciendo de linfoma.
El visionario y asombroso trabajo de Mead, nacido en St. Paul, EE.UU., en 1933, pasó a la historia del cine por haber ayudado a directores como Ridley Scott a la hora de fantasear en la gran pantalla sobre cómo podría ser el futuro, por muy oscuro que este fuera en filmes de aire distópico como “Blade Runner”, que mostraba un sombrío y espectral retrato de Los Ángeles (EE.UU.).
“Futurista visual” era el término que Mead empleaba para definir su desempeño en el cine.
Sus diseños y su arte también fueron clave en otras películas muy destacadas de ciencia-ficción como “Star Trek: The Motion Picture” (1979), “TRON” (1982), “Timecop” (1994), “Mission to Mars” (2000) o “Elysium” (2013).
Los dos últimos trabajos de Mead en el cine, ya en los últimos años de su carrera, fueron la fallida película de Disney “Tomorrowland” (2015), que protagonizó George Clooney; y “Blade Runner 2049” (2017), que fue la secuela de su clásico “Blade Runner”.
Aunque fue conocido para el gran público por su participación en esas películas, Mead comenzó su trayectoria profesional siendo diseñador industrial para compañías como Ford.
La influencia de su ambicioso arte conceptual, elogiado por su puntería al profetizar hacia dónde camina el futuro de la tecnología y la sociedad, puede rastrearse en recientes exposiciones como “Future Cities”, una muestra inaugurada en noviembre en Berlín y que explora la inspiración que ha tenido la obra de Mead en arquitectos, diseñadores, inventores o planificadores urbanos.
El artista falleció tan solo unas pocas semanas antes de que fuera homenajeado en los premios del Sindicato de Directores de Arte, que tenía previsto entregarle el 1 de febrero en Los Ángeles, dentro de sus premios anuales, el galardón honorífico William Cameron Menzies.
EFE