Una enorme multitud se congregaba el lunes en las calles de Teherán para las ceremonias en homenaje al jefe militar Qasem Soleimani, quien fue muerto el viernes por un ataque de un dron estadounidense en Bagdad, Irak.
Los manifestantes, portando carteles con el retrato de Soleimani, se reunían en las proximidades de la Universidad de Teherán, donde el Líder Supremo tiene previsto presidir en la jornada las ceremonias y oraciones por el general abatido.
La multitud compacta y vestida de negro cubría no apenas las zonas aledañas a la Universidad sino que también se extendía por las avenidas Enghelab (“Revolución” en persa) y Azadi (“Libertad”), por donde desfilaban con banderas rojas -en referencia a la sangre de los “mártires”- o iraníes.
También era posible ver banderas libanesas e iraquíes.
Así, en las calles retumbaban los gritos de “¡Muerte a Estados Unidos!” y “¡Muerte a Israel!”, mientras un sistema de altavoces transmitía melodías fúnebres cantadas por voces masculinas.
Un hombre desfilaba con una pancarta donde se leía “#hard_revenge” (#venganza_terrible, en inglés), al tiempo que incontables carteles clamaban por venganza ante la muerte de Soleimani.
En una referencia a Soleimani y los otros iraníes asesinados con él, la televisión estatal que cubre el evento en directo con imágenes aéreas del centro de la capital, titula: “Resurrección sin precedentes de la capital iraní al dar la bienvenida a Haj Qasem y los mártires de la resistencia”. AFP
