Boris Johnson no lamenta la muerte de Soleimani: Representaba una amenaza

Boris Johnson no lamenta la muerte de Soleimani: Representaba una amenaza

El primer ministro británico, Boris Johnson, abandona Downing Street en su camino hacia el Palacio de Buckingham después de las elecciones generales en Londres, Gran Bretaña, el 13 de diciembre de 2019. REUTERS / Toby Melville

 

 

El Gobierno británico ha cerrado filas con Donald Trump y se ha declarado “en sintonía” con el presidente norteamericano por “ejercer el derecho a la autodefensa” en la operación que culminó con el asesinato del general iraní Quasem Soleimani en el aeropuerto de Bagdad.





Por: EL MUNDO

El general Soleimani representaba una amenaza para todos nuestros intereses y era responsable de un patrón de comportamiento disruptivo y desestabilizador en la región. Dado el papel principal que ha desempeñado en las acciones que han llevado a la muerte de miles de civiles inocentes y personal occidental, no lamentaremos su muerte“, dijo a última hora del domingo, aún de vacaciones.

En ausencia del premier Boris Johnson, el titular del Foreign Office Dominic Raab había expresado su alineamiento con Washington, aunque reiteró su llamada a “una desescalada de las tensiones para evitar una guerra“. Raab aseguró que el ataque con dones que acabó con la vida de Soleimani “no fue un acto de guerra“. “Irán lleva tiempo envuelto en actividades amenazantes y desestabilizadoras“, advirtió. “El papel del general Soleimani era no solo desestabilizar los países de la región sino atacar a los países occidentales“.

El titular del Foreign Office reconoció sin embargo que el Gobierno británico no fue consultado y que la noticia del asesinato de Soleimani les llegó “en el momento de producirse“. Raab aseguró haberse mantenido desde entonces en contacto permanente con el secretario de Estado, Michael Pompeo, con quien se verá el viernes en Washington.

El Ministerio de Defensa ha impartido entre tanto instrucciones a sus fragatas estacionadas en el Golfo Pérsico para escoltar a los petroleros de bandera británica, ante el temor de una represalia por parte de Irán.