Gustavo Tovar-Arroyo: Errores irrepetibles de 2019

Gustavo Tovar-Arroyo: Errores irrepetibles de 2019

Recuento
No haré un recuento de lo que fue el 2019, no hace falta, cada uno de nosotros tiene sus propios moretones, fracturas y heridas (algunas sin sanar). Pese haber sido el año de mayor avance de la oposición en su agotadora lucha de veinte años contra la tiranía chavista, las expectativas y las esperanzas frustradas fueron tan altas que el no haber alcanzado la libertad (cese de la usurpación) hizo que se culminará el ciclo de manera deprimente y desoladora.
¿Se aprendió la lección?

Guerra
Es difícil aprender lección cuando el cómodo diagnóstico de cierto sector de la dirigencia política no entiende que estamos en una guerra. El primer error es no considerar lo que estamos viviendo como una guerra, en la cual el chavismo hace todo lo posible por aplastarnos, encarcelarnos, exterminarnos o desterrarnos. Lo hace sin contemplación, fría y calculadamente. Su único objetivo es conservar el poder mientras nos aniquila, esclaviza o destierra.
¿A quién le agrada ser aniquilado, esclavizado o desterrado?





Noruega
El segundo error, acaso el más grave de todos de 2019 y uno de los peores errores que ha cometido la oposición en estos trágicos veinte años de tiranía, fue el patético –por incomprensible– diálogo de Noruega-Barbados. No sólo porque nos hizo perder los más importantes aliados: Almagro, Duque, Bolsonaro, Piñera, entre otros, sino porque creó tales niveles de desconfianza y desesperanza en la población que hizo casi imposible el poder sobreponernos y seguir. Muy dañino.
¿Qué se puede dialogar con un criminal de lesa humanidad?

Organización
Vencer sin planificación ni organización a un enemigo tan perverso como el chavismo, quien tiene como asesores a rusos y cubanos, es decir, a malditas dictaduras que tienen cien años de experiencia haciendo “polvo cósmico” a su disidencia, es un suicidio. Durante todo el año, desde el incomprensible evento de Cúcuta, observamos como la oposición jamás organizó a la población para movilizarse y rebelarse de manera decisiva contra la tiranía. No se hizo. ¿Por qué?
¿Existe alguien que piense que sin organización se derroca tiranos?

Cohabitación
No sé a quién se le ocurrió el delirante error de cohabitar con criminales de lesa humanidad y pensar que se saldría airoso de eso. Se recibió a diputados chavistas en la Asamblea Nacional (AN), se sonrió con ellos, se habló de béisbol (palabras de Stalin González) y no se pensó que esa banda de criminales los traicionaría. ¿Nadie previó que sucedería lo que al final sucedió: el secuestro de la AN? ¿Se juega para las tribunas y no para ganar la guerra?
¿Qué nos pasa?

Improvisación
Sometido al yugo del gobierno colectivo junto a los partidos, el presidente Juan Guaidó, cuya entrega, coraje y determinación nadie puede poner en duda, después de un comienzo excepcional, se vio obligado a no seguir su propio instinto desafiante y tuvo que improvisar soluciones en las que no cree para complacer a sus asociados en el gobierno colectivo. Un desastre errático, que notoriamente cambió en 2020 y que ha levantado un hálito de esperanza en estos días.
¿Se independizará Guaidó y hará lo que él sabe que hay que hacer?

Rebelión
Parlamentarias, presidenciales, referendo, cualquier evento político en el que decida participar la oposición debe tener un único objetivo: rebelarse. ¡Sí, rebelarse! ¿Parlamentarias? Día perfecto no para votar sino para que todo el país incendie las fraudulentas máquinas de votación. ¡Todas! ¿Presidenciales con o sin Maduro? Lo mismo: incendio, toma de los poderes públicos. ¿Referendo? Idéntico: movilización rebelde, toma total del país. Rebelión, sí, rebelión total. Sólo planificar, organizar y ejecutar la rebelión. Todo lo otro que se haga si no es con ese propósito es un error.
¿Repetiremos los errores de 2019?

@tovarr